sábado, 11 de mayo de 2013

VALORACIONES SOBRE LA 1ª, LA 2ª Y LA 3ª REPÚBLICA ESPAÑOLA

                                              VALORACIONES SOBRE LA
PRIMERA, LA SEGUNDA, Y
LA TERCERA REPÚBLICA
ESPAÑOLA









FRANCISCO FENOY




































PRÓLOGO


   El llamado neoliberalismo, para evitar las guerras de liberación al estilo Vietnam, ha ideado corromper a todos los políticos y vanguardias del tercer mundo. Así creen sujetar a sus poblaciones, y no saben que por mucho que intenten sujetar a estas poblaciones, tarde o temprano los pueblos dan respuestas a esa y a toda otra clase de política. Aunque las poblaciones queden solas y desamparadas, e incluso con el hándicap contrario de sus políticos y vanguardias, siempre tienen una salida, como en este ciclo del llamado neoliberalismo: con la emigración masiva hacia el primer mundo; que lo ha expoliado y hundido en la hambruna. Esta dialéctica mecánica, unida a la dialéctica interna, acabará con ese ciclo, definitivamente, ha no muchos años.
   Otro ejemplo de corrupción, con la línea marcada por Israel, EEUU e Inglaterra: que corrompen a los Estados árabes, y sin embargo, sus ricas poblaciones a pesar del precio a pagar, dan claras respuestas a esa situación, (situación vergonzosa para la humanidad) creando sus propias milicias, independientes de los Estados y de sus dirigentes de posible Estado; y no los apoyan a esos Estados sino, desvinculados de éstos, se enfrentan a sus enemigos, aún con el lastre, de ser vendidos por sus propios políticos; elaborando con sus métodos, toda una subjetividad de la derrota para sus contrarios y de una subjetividad de victoria a obtener a largo plazo, para sí mismos. Aquí el Pueblo árabe, supera al pueblo español de la República, ya que los milicianos españoles, no superaron la fidelidad a un Estado que les estaban vendiendo; al no desvincularse y crear un tercer frente independiente, y de proseguir el solo ya desvinculado del Estado, su lucha contra el fascio. En descarga del pueblo español, podemos añadir, que no tuvo tiempo de tomar conciencia de desvincularse del Estado Traidor, ocasión que sí ha tenido, por el cúmulo de años, el pueblo árabe.
   Los Pueblos, siempre dan respuestas, por muy sofisticados que les hagan los estudios, para dominarlos, someterlos y hasta destruirlos; a la largas, los Pueblos por muy imprevisibles que puedan ser sus respuestas: surgen, se manifiestan y modifican.































LA PRIMERA REPÚBICA








































CAPÍTULO I


   La base o inicio de la sociedad actual, está en la formación de las sociedades feudales. Sabido es que estas empezaron con la caída del sistema esclavista, de cómo éste se iba disolviendo (ante la pérdida alarmante del “valor” –mercancía dinero- del trabajo de los esclavos, ya que éste no era suficiente para el mantenimiento del sistema social vigente) y formándose a su vez el feudalismo: los señores de las Villas dejaban de pagar los impuestos al Estado y a sus esclavos los convertían en siervos. Otro proceder lo constituyeron las huidas masivas de los habitantes de las ciudades hacia el campo: si Roma tuvo un millón aproximado de censados, éste cayó hasta quedar en unos 75.000; se apoderaban de un terreno y nombraban a un capitán o castellano para que los defendieran del robo de las cosechas o de la ocupación de ese terreno por otros emigrantes, ofreciéndoles a esos castellanos una parte del producto sacado de la tierra. También se dio, de la manera que más ha imperado en los libros de texto: con la invasión de los bárbaros, ante todo la de los Francos; éstos se apoderaban de un terreno, se quedaban como organización militar y, a través de un juramento, daban la tierra con título de siervos a los campesinos, quedándose los militares con una parte del producto del trabajo de aquellos.
   Como hemos dicho más arriba, así empezaba el feudalismo, al menos en la Europa Occidental, pero, como se comprenderá, si para su formación tuvo sus varias vías, también para cada lugar de espacio y de tiempo sus diferencias, que originarían a su vez, unas propias características.
   Las diferencias de la península Ibérica, ante todo las de Castilla, (ya que Castilla es el vértice de la formación del Estado español, la tomaremos como ejemplo) que tiene la peculiaridad con el resto de la Europa Occidental, de la guerra de ocho siglos contra los arábigos españoles. Los reyes castellanos, a las tierras que les iban quitando a aquellos, la repoblaban con campesinos, a quienes les otorgaban las tierras como suyas, aunque quedaran bajo el régimen de siervos, eran libres en sus decisiones asamblearias dentro de las Villas. Era la mejor manera para los reyes castellanos de tener a su favor al campesino respecto a sus enemigos y, con ello, el terreno.
   Cuando acaba la guerra contra el arábigo-español y también la crisis del feudalismo  y ésta a tal grado que tiene que sufrir un cambio, pasando de dicho feudalismo al País o Absolutismo; los dirigentes del nuevo sistema tratan de quitarles dichas libertades, acentuándose tal enfrentamiento con Carlos I, que afronta nada menos que una guerra civil. Aunque fue aplastada, esa cultura de las libertades de las Villas, no se apagaría del todo, ya que el regio era de una mentalidad arcaica y el sujeto no veía el progreso o movimiento de la historia y quiso pararla a su imagen, enfrentándose por ello a toda Europa y no lo consiguió para bien de Europa, (con lo fácil que era no enfrentarse, ni perder la sangría de la guerra para las Españas, si este personaje hubiera permitido la libertad de conciencia) pero la península sí que la paralizó; explanación que se subraya con un retroceso de la industria de los gremios y su comercio; al quitársele el comercio por parte de los europeos, con lo que cayeron las comunicaciones entre el poder central y las ciudades, y entre las propias ciudades, a como correspondía a las coordenadas históricas del momento. Acentuándose aún más con su hijo, por el ya desarrollo de la manufactura extranjera, sumado a la mentalidad del monarca, tan arcaica o más que la de su antecesor, pues su comportamiento tuvo más de déspota asiático que de príncipe absolutista, aumentado por tal motivo en la península sus despobladas comunicaciones. Como más o menos se mantuvo dicha política hasta la revolución francesa, además, favorecida por las rentas de las colonias y si hubo un rebrote con Carlos III, éste fue nimio, nos encontramos con que la cultura sino letrada, sí de tradición y de sangre, queda en la población por las libertades de las Villas y Ciudades, y no con una conciencia “nacional”. Únase a esto la represión tan atroz, que padecían en las Villas y Ciudades sus habitantes, por parte de las autoridades locales, que eran nombradas por el poder central. Entra de lógica, que si viene la República y ésta trae las libertades, se levanten en las Villas y Ciudades contra tales autoridades, creando sus propias juntas, no fiándose de ningún otro poder central, y que quieran tan solo la República Federal; sumando también que, cuando se forma España bajo los reyes Católicos, ésta se realiza a través de una unión federal y no de un poder central, como por ejemplo en Francia.








































CAPÍTULO II


   Después de la revolución francesa y  de sus efectos en la península, la clase burguesa, concretamente su ala financiera, trata de poner en el país un régimen liberal, para acabar con el atraso de unas leyes absolutistas, de reminiscencias feudales, que perjudicaba a sus intereses.
   Pero entre la debilidad como clase, (su querer imitar a la aristocracia) más aún, su falta de cuadros, y los pocos que tenía, faltos de audacia y de carácter de astucia política, determina que dicha clase, se haga reformista y no revolucionaria, aliándose con una fracción monárquica, para llevar a cabo las tales reformas.
   Esta alianza y su carácter de clase financiera, -rentista- hacen que las reformas se atrasen o concluyan en un plazo de casi 50 años, con lo que le afecta al país negativamente; ya que la parte sustancial de los latifundios, no los toca o mejor dicho, dada su alianza con la aristocracia, más bien favorece a ésta, porque al eliminar el mayorazgo, otorga por ley la propiedad de la dicha tierra a esa aristocracia, que solo la administraba, pero que no figuraba como propietaria en el registro. Por pávidos de tales dirigentes políticos, se pierde una ocasión de oro, de haber de arreglado de una vez para siempre, en éste país, el problema de la tierra, trayendo consigo, como consecuencia, el que otros futuros políticos, igualmente timoratos, no supieran tampoco resolver el problema. De haberlo llevado a cabo, como ocurrió en Francia, la desamortización de las tierras de la aristocracia y dárselas a quien las trabaja, habrían creado un movimiento progresista con sus productos y mercados, ayudando además a la creación de una industria, a un progreso y a ganarse a una base sólida para su régimen, para su clase y para ellos mismos como gobernantes; como sería ganarse a todo el campesinado de la nación, como ocurrió en Francia, pero estos fatuos, prefieren estar unidos a la aristocracia y jugar a las camarillas, con lo que la reforma solo afecta a las tierras de la iglesia y a las tierras Comunales de los campesinos; con lo que abajo precio, consiguen y se apoderan de dichas tierras, la burguesía conservadora y sus aliados la aristocracia, que son los únicos que pueden comprarlas: incrementando la aristocracia su patrimonio, terminando de formar ambas facciones una sola y marcadamente conservadora.
   Bonito paso de un régimen absolutista a un régimen burgués, que entre los años de titubeo de la reforma y su resultado final, trae una guerra que arrasa al país, durante un periodo de medio siglo; fue tan torpe la burguesía en este juego, que además de perder al apoyo campesino, se los aporta como base guerrillera o ejército a sus contrarios, que los mantendrán en jaque, durante tal periodo; con lo que consiguieron, además del sufrimiento para la población, el estancamiento de la industria, perdiéndose una vez más, el compás con las naciones de su entorno.
   Pero a través de esos gobiernos reformistas de la mitad del siglo IXX, empieza a entrar capital extranjero, para inversiones en la industria, con lo que se inicia el principio de una clase, mejor dicho fracción, aunque pequeña y localizada en regiones: Asturias, País Vasco y Cataluña, de un carácter de cierto revolucionario, aunque esto a la larga quedaría desaprobado, pero de momento su empuje y entusiasmo a sí lo parece y algo les quedaría, porque una vez la frustración de su revolución y consiguientes reformas, por su impotencia de saber coger el poder y mantenerlo, basa su lucha a través de los nacionalismos, para conseguir sino sus objetivos, al menos algunos beneficios.
   Y con un proletariado, ya sea por la influencia de la Internacional, ya por su movilidad geográfica, ya por su carácter individualista y de clase, hacia la libertad, son bastantes movidas sus reivindicaciones. Tanto que, en todos los movimientos que surgen por parte de esa burguesía industrial emergente, en sus luchas por las libertades, como por sus propios y directos intereses, estarán presentes en los sucesos futuros que afloren. Ya no participa sola la clase la clase llamada por su hora en la historia: la burguesía industrial, en los acontecimientos nacionales, sino que, de ahora en adelante, tendrá que contar con ese proletariado, que se presenta en las calles, con huelgas y barricadas, a pesar de su número minoritario, pero a la vez tan activo.













































CAPÍTULO III


   Hacia 1850, se cierra en Europa, el ciclo de la onda larga de expansión, a la que pertenece la 1ª revolución industrial, que se caracteriza por la máquina de vapor y la locomotora, gracias al empuje combativo del proletariado, obligando a la burguesía a traer un cambio cuantitativo, pasando a un segundo ciclo de onda larga de expansión: la del equipamiento industrial.
   En España, con una población de 15 a 16 millones de habitantes, la clase trabajadora tan solo está compuesta de dos millones y medio, y de esos dos millones y medio, solo 150.000 pertenecen a los trabajadores fabriles. Como se aprecia para esas fechas, el proletariado era muy minoritario, tanto en cuanto a los habitantes de la población como de la misma clase trabajadora, y aunque muy inferior a cualquier país de su entorno, no por ello desmerece en absoluto ni siquiera un ápice, su actividad combativa, respecto a la de sus hermanos europeos. Además, a esos 150.000, hay que sumar en agresividad combativa, a los campesinos desposeídos de sus tierras comunales y rebajados a trabajadores de peonada, ambos con sus luchas consiguieron, los mismos objetivos que sus hermanos europeos: Abocar a la burguesía española a su crisis fundamental, la de cambio de ciclo; y si hubo retroceso respecto a Europa en este objetivo, se debe, a que en España, el desarrollo industrial estaba más atrasado.
   En España, la depresión se inicia en 1864, con el cierre de las principales entidades bancarias, que se declaran en quiebra y se les prolonga la crisis, por la incapacidad de la burguesía conservadora, hasta la revolución del 68, (con 20 años de atraso respecto a Europa) llegando a tal punto la crisis, que se impone un nuevo orden monetario, entrando el mismo Estado en quiebra, ya que esa burguesía que ostentaba el poder, por ciega y torpe, no sabe como salir de la crisis, a pesar de tener el ejemplo, al ir por delante en el proceso, su homónima europea, y se aferran a una ortodoxia cerril: vendiendo las propiedades del Estado y elevando los precios alimenticios de primera necesidad, como por ejemplo, las del trigo, que subió, hasta un 45 %; extendiéndose por el  país la hambruna y desnutrición. Quedando invertebrado aún más, el ya exhausto país, manifestándose en la creación, por parte de las clases medias, de la fundación de los partidos republicanos: democrático y federal. Y el pueblo respondiendo ante tales agresiones, con oleadas de revueltas por toda la geografía, teniendo su punto culminante, en huelgas generales. Ante el caos social, se extiende por todo el país, los robos y muertes por atraco a tanto que hasta en los cuarteles, hay revueltas de espadones. Y el poder como casi siempre en este país es tan limitado en la visión de los acontecimientos que responde con más de lo mismo: desencadenando una época de terror, producto de la psicosis de sus miedos: prohíbe la lectura de periódicos y revistas extranjeras, las asociaciones obreras y hasta el cierre del Ateneo de Madrid.
   Tales medidas, agudizan más la división entre poder y sociedad, y por todo el país, se van creando juntas revolucionarias clandestinas de signo republicano, que se fueron desarrollando en numerosas agrupaciones; de donde saldrían de más tarde, en 1868, el batallón de voluntarios de la libertad; estos, junto a las organizaciones de resistencia obrera, que llegaron a tal altura en su desarrollo para las tales fechas, que organizaron un congreso en Barcelona con representantes de 40 sociedades. En dicho congreso, acordaron que solo aceptarían, el sufragio universal, y la clase de régimen a elegir: Monarquía o República.
   Ante la imposibilidad de que la burguesía conservadora, pudiera salir del caos que ella misma se había metido y ya por el tiempo transcurrido había dado muestras de ello, junto al miedo que le causa el empuje de la clase trabajadora y a su programa de referéndum, la clase burguesa moderada, se ve obligada a asumir el papel y encabeza la oposición; con esta mediada, trata de controlar el movimiento y a la vez hacer el cambio sin traumas para sí misma.
   Representantes de varias tendencias opositoras, se reúnen en una ciudad extranjera y llegan a un acuerdo en la eliminación de la camarilla de la reina y a nombrar una asamblea constituyente, elegida por sufragio universal, que decidiera la suerte del país.
   En septiembre de 1868, se inicia el levantamiento: el grupo de voluntarios de la libertad, toma la iniciativa, ocupando el Mº de la Gobernación, Palacio Real, Banco de España, Casa de la Moneda; uniéndosele en seguida el pueblo de Madrid, tomando las calles al grito de “muerte a los Borbones” y cantando el himno de Riego. Mientras esto pasaba en la ciudad de la Corte, en Barcelona y resto del país, estallaba una verdadera revolución popular, terminando por coger el poder, la junta revolucionaria que se había constituido. Como el mando central de la junta, estaba copado por la burguesía moderada, ésta fue deshaciendo todas las juntas que se habían constituido en provincias, aunque no le fue nada fácil, pues con algunas de ellas tuvo enfrentamientos armados. Señal que tal frente o movimiento encabezado por la burguesía moderada, era quebradizo y no correspondía a una realidad social.
   Se celebraron elecciones a cortes Constituyentes, y éstas tuvieron su fallo de nacimiento, por la que se prolongará la crisis, ya que solo votó menos del 3 % de la población: los contribuyentes de una renta directa de más de 200 reales, formándose una Cortes con solo 33 diputados republicanos de un total de 290. Aprobando dichas Cortes la Monarquía Constitucional, más la libertad de culto, de imprenta y enseñanza, derecho de asociación y reunión y con sufragio universal masculino, para mayores de 25 años. Teniendo por esa fechas la entrada de la Internacional, se enriquecerá aún más el movimiento obrero, ya rico de por sí, como queda demostrado por todas esas jornadas prerrevolucionarias y revolucionarias.
   El nuevo gobierno que surgió de la revolución de septiembre, por miedo al pueblo y a la propia revolución, no tuvo el valor de enfrentarse a tan rico desafío y prefirió aliarse con el antiguo régimen; volviendo a caer el ala moderada de la burguesía en los vicios antecedentes de sus hermanos los conservadores y apenas, en cuanto a reformas se refieren, las hubo, sobre los cambios demandados por la revolución. Con lo que una sociedad ansiosa por las tales reformas, respondió como era de esperar al nuevo gobierno: con la más importante huelga general de los obreros de la industria textil de Barcelona y en Madrid, se manifestaban los obreros por un puesto de trabajo, unido a las manifestaciones masivas que se extendieron por toda la geografía, contra las quintas; terminando con una sublevación en Barcelona, con barricadas y muertes, que se propagó por toda la Cataluña. A esto se unió el descontento campesino, negándose a pagar los impuestos y en algunos lugares de forma violenta, como por ejemplo, los sucesos de la provincia de Orense, donde se atrincheraron hombres armados, y en el solo pudieron ser desalojados con la intervención del ejército. Estallando por todas las partes movimientos republicanos, con lo que se le obligó al rey a dimitir, y al gobierno a llamar a nuevas elecciones a Cortes; como en esta ocasión, el sufragio era más participativo, más acorde con la realidad social, pues votaban todos los hombres varones mayores de 25 años, tuvo su reflejo en las urnas y por consiguiente en la composición de las cámaras, dando como resultado el que era de esperar: votaron por el régimen republicano.




CAPÍTULO IV


   Como hemos apreciado en al anterior capítulo, la incapacidad de la burguesía moderada y la de sus cuadros, hacen que cojan la dirección del país, y a través de unas elecciones, para un pueblo que pide a gritos desesperados, las reformas: la burguesía progresista e industrial y, con ellos, aparece en España, el modelo de régimen republicano.
   La República, solo dura el periodo desde el 11 de febrero de 1873 al 3 de enero de 1874, corto como se aprecia, apenas un año, pero rico en acontecimientos, en agitaciones sociales y la casta política, una vez más en este país, no supo estar a la altura que requerían tales acontecimientos y pierde los papeles y con ellos, pierden la República.
   Estanislao Figueras asume la presidencia de la República y del poder ejecutivo, y en lugar de hacer reformas urgentes y de inmediato, una nueva constitución como requerían las nuevas circunstancias, mantiene la constitución del 69, y tan solo publica una ley electoral, rebanado la exigencia en la edad de los votantes, hasta los 21 años. Sus reformas no llegan más allá de la abolición de las quintas y, del impuesto de consumo a la entrada de las ciudades. De las otras modificaciones que trajo anunciadas la República, ni siquiera las tocaron.
   A todo esto el pueblo pedía a gritos extenuados, la jornada de las 10 horas, -ya que hacía de 11 a 18- la enseñanza obligatoria, la higiene en los talleres y la abolición del trabajo infantil. Y todo esto lo pedía en manifestaciones masivas, ante todo en Cataluña, además pedían al gobierno, que se armara al Pueblo para la defensa de la República, por los ataques que ya sufrían ésta de los carlistas y demás reaccionarios. Como el gobierno hacía oídos sordos a estas peticiones, el pueblo crea sus propias milicias –gorros colorados- y propugnan la formación de un Estado constituido  por Repúblicas federales de carácter socialista. Pero este gobierno es incapaz de ni siquiera legislar lo que pedía la organización obrera: la unión manufacturera, que consiguió establecer la jornada semanal de 64 horas, en su acuerdo con la patronal. A estas reivindicaciones de los obreros fabriles, se les unieron las de los obreros del campo, que querían reformas agrarias; pero el gobierno una vez más, en lugar de coger el toro por los cuernos, salvarse él y salvar a la República, entre en crisis y llama a Cortes Constituyentes y el 1 de junio se reúnen dichas Cortes, con una mayoría aplastante federal y dimite Figueras. Y Pi y Margall, con un sencillo programa de salvar la República y el orden, sale elegido como nuevo presidente del ejecutivo.
   Pi y Margall, al asumir el poder, otorga por ley la formación de los jurados mixtos, (los primeros de Europa) ya que se estaban dando entre los obreros y los patronos, pero no legisla, sobre las 10 horas, el trabajo infantil, etc. de las exigencias planteadas por el Pueblo. Y de las juntas revolucionarias que había sido incapaz de disolver el primer presidente de la República, las disuelve Pi y Margall, sin antes desarticular el aparato administrativo local, correspondiente al régimen anterior. Ante tal disparate, la clase trabajadora pierde la fe una vez más, en unos dirigentes, que ya habían quitado de la constituyente, a su ala izquierda, los federalistas intransigentes, y se declaran en huelga: surgiendo los movimientos cantonales: de origen de las juntas revolucionarias y con apoyo de las poblaciones. El primero tiene lugar en Alcoy, donde es posible que se cometieran desmanes, pero el gobierno, en lugar de tener la paciencia del diálogo, para llegar a acuerdos con dicho movimiento popular, tiene en su mente más el orden de la Constitución del 69, que la defensa de la república y manda al ejército contra el Cantón, contra el pueblo de Alcoy; con un regimiento, que los aleja, de su lucha en el Maestrazgo contra los Carlistas, que éstos sin que son enemigos acérrimos de la República. Aquí tenemos un error de alto calado, al equivocarse de moral los representantes de la república, ya que esa obsesión del orden se refiere como hemos señalado al orden de la Constitución del 69; lo que a nuestro parecer, y para bien de la República, de que ésta, no perdiera su base social, era la de organizar de inmediato, una nueva constitución, que correspondiera a las coordenadas histórica y que su moral se basase desde luego en las nuevas leyes, o sea actualizar a la República Federal, con una dirección burguesa revolucionaria y, mientras tanto, que se realiza la constitución, bajo la nueva moral revolucionaria, gobernar por decreto ley.
   Inmediatamente después de mandar al ejército contra el cantón de Alcoy, como un reguero se extienden, por las provincias, los cantones, formados por grupos federalistas, señal que no tenían otra idea, que la de consolidar la República Federal contra la reacción, dándole el cuerpo sólido por la base y que la cúpula: las Cortes, el gobierno y su presidente, por su ceguera política, no supieron ver.
   Mientras en las Cortes se teorizaba, se estaba produciendo la división entre la casta política y el Pueblo. Esto, agregado a la urgencia de las reformas de las tierras de Andalucía y Extremadura, que el ejecutivo seguía sin resolver, hace que ese descontento de los obreros se les una el descontento del campesinado. Tal crisis a una paralizada asamblea constituyente y con miedo así misma y al Pueblo que dice representar, hace que una votación de ésta, deje en minoría a su presidente del ejecutivo y éste débil y tímido, aprovecha la ocasión y dimita. Dimisión que perjudicaría al futuro de la República, dimisión que iría trayendo cada vez más, unos gobiernos hacia la derecha, ya que la misma Constituyente le faltaba su ala izquierda, con lo que la República federal quedaba más desprotegida, frente a los otros componentes. La dimisión del representante del centro-izquierda, da paso a que la cámara apoye al representante de su ala centro-derecha: Nicolás Salmerón.
   Este dirigente además de no dialogar con los Cantones, sustituye a todas las autoridades, que simpatizaban con dichos cantones; organiza al ejército, no sobre ideas republicanas como se intentó con Figueras, sino como ejército tradicional y con los mandos tradicionales, de los anteriores del régimen monárquico, dándole Salieron, a las fuerzas reaccionarias, el fácil desmonte de la República. Aumenta a 30.000 los efectivos de la guardia civil, llama a los reservistas, declara piratas a los de la flota de Cartagena y manda dos divisiones contra los cantones, apartándolos, como es de comprender, de luchar contra el carlismo, de luchar contra la reacción, de luchar contra los verdaderos enemigos de la República. Los cantones uno a uno fueron cayendo, ya que generalmente era la población desarmada y dirigida por la burguesía local, quien se enfrentaba a un ejército experimentado, curtido en la lucha contra el carlismo. Sin embargo el cantón de Cartagena, duró más que el propio presidente, o tal vez fue este uno de los motivos por los que dimitió, ya que este cantón fue apoyado por una parte de los militares y no era fácil acabar con él, además de ser apoyado por la población civil.
   Hasta agosto, llevando ya unos mese funcionando como República, no empiezan los debates parlamentarios para el proyecto de la constitución republicana, que por cierto, no pasó de ahí, ya que no fue elaborada y mucho menos entrada en vigor.
   Mientras que con una mano, Salmerón encumbra al ejército y a sus generales Pavía y Martínez  Campos, con la otra, se niega a firmar la muerte de unos desertores del frente carlista, achacando dicha moralina, a que estaba contra la pena de muerte y aprovecha la ocasión y dimite. Dimisión no creíble  por tal justificación, porque tenía fácil respuesta a la no firma: esperar a la elaboración de la nueva ley republicana ya que por la que se regían era como hemos señalado, la de la constitución del 69, si a esto añadimos el proceder de ejército, contra los cantones y su población civil, que no fueron precisamente de guante blanco, sino todo lo  contrario, hace de la dimisión por esa causa, menos creíble aún.
   Tan inútil político para la causa republicana, dio paso a otro político, para que este terminara la obra que el había empezado, que tal vez avergonzado, no se atrevió a terminar; porque se vio así mismo, como los acontecimientos le desbordaban y le pasa la patata caliente al representante del ala derecha de la burguesía industrial. Estaba tan a la derecha este sujeto: Emilio Castelar, que se quita la careta y gobierna con poderes autoritarios, por supuestos a favor de la reacción. Ataca el cantón de Cartagena, reanuda las relaciones con el Vaticano y es estimado por la alta burguesía y la nobleza a tanto, como que le lleva su moderación, a acabar con el mito de una burguesía industrial revolucionaria.
   Esta personaje tan a la derecha, tan moderado, llevándose tan bien con los cuadros del ala moderada y conservadora de la burguesía, que hasta los militares le quieren como jefe del ejecutivo, y le dejan que mande como presidente, hasta que una votación le deja en minoría y su amigo el general Pavía, que previamente le había consultado, que si dicha votación le apoyaba no intervendría, y que si perdía, como así sucedió, disolverías las Cortes, como luego hizo. Con un ejército reavivado por la misma república, acabando con el sueño del Pueblo y de un sector pequeño de la burguesía industrial, nos demuestra una vez más, que la casta política de este país, no está a la altura de las coordenadas históricas del momento.






























CAPÍTULO V


   Toda revolución que se aprecie como tal, si no va acompañada, en el terreno práctico, de intereses materiales, fracasa, no desarrolla y se muere; como le sucedió a esta primera República española; desde su mismo origen, haciendo oídos sordos a las reivindicaciones de urgencia del Pueblo y que, de haberlas llevado a cabo, le habrían dado la base sólida; esto no lo supo ver, esa burguesía industrial que se creía revolucionaria y que no lo fue porque, además de no haber cogido el poder, sino que le fue regalado por la incapacidad de la burguesía moderada, no supo aprovechar su momento histórico y ningún cuadro a su vez, supo ser responsable y se pasaron la patata caliente de uno a otro.
   Su primer fallo el de una república Federal que lucha contra los federales, expulsan de la constituyente a su ala izquierda, quitándose así los federales, un apoyo importante en la cámara ante otras formaciones. No renuevan los tribunales y éstos boicotean constantemente al nuevo régimen, no reforman al ejército, sino más bien,  terminan por eliminar la poca parte de liberalismo que aún quedaban en el ejército, cuando éste se formó contra las guerras napoleónicas, y encumbran, a su parte más reaccionaria y de formación monárquica, y que luego le repercutiría en la propia eliminación como República, y para futuros años, sembraron en el ejército, el que éste tuviera un papel predominante en la sociedad española, y ya sabemos con qué resultados. No hacen de inmediato una Constitución republicana y en lugar de regir mientras tanto por decreto ley, con arreglo a la nueva moral, siguen gobernado con la moral y las leyes de la constitución monárquica. No eliminan a las autoridades locales que pertenecen al régimen monárquico, sino más bien los apoyan contra las poblaciones de los cantones; cantones que no estaban en contra de la República Federal, sino todo lo contrario, habían formado milicias para su defensa, por la reacción emergente que ya existía y que dichos políticos republicanos, no supieron ver, por su falta de audacia y su sentido de la historia. Pi y Margall, el paradigma de la República y su mejor doctrinario, comete errores de bulto, uno tras otro, y con sus medidas, desde luego no salvaba a la República, como marcaba su programa, sino todo lo contrario, como demuestran los hechos.
   La única clase que estuvo a la altura de la circunstancias, fue la clase trabajadora, que desde un principio, quiso ponerse detrás de los cuadros de la burguesía industrial y de la pequeña burguesía local, señalándoles el camino a esos cuadros y a que la condujera, hacia  esos ricos acontecimientos que estaban produciéndose y, y que ya les proporcionó el Pueblo en la revolución del 68; y no supo seguir a ese Pueblo y perdió su momento histórico, e incluso, por su política negativa, les allanó más bien el camino, a la otra ala de la burguesía, a la burguesía conservadora.






















LA SEGUNDAD REPÚBLICA







































CAPÍTULO I


   La cresta del Imperio español, acaso medio siglo, otro medio siglo de estancamiento y seguidamente, empieza lo que Marx llamaría, la putrefacción lenta e in gloriosa; agregado a la postura oficial de prohibir y de perseguir la libertad de conciencia, da a este país, el que no diera ningún personaje de proyección internacional e histórica, en el pensamiento social: como un Maquiavelo, Spinosa, Hegel, etc. ni revolucionarios: como un Cromwell, Dantón, Robespierre, Marat, Trotski, etc. ni políticos: como un Lenin, Roosevelt, etc. Así tenemos que en los movimientos álgidos de la historia de este país, como por ejemplo la primera República y la segunda república, no supieran estar a la altura que requerían esos acontecimientos históricos; tenemos el ejemplo de cómo llegaron , no por asalto al poder, sino por enfermedad e incapacidad del propio poder para mantenerse, y de cuando llegados al poder esos cuadros republicanos, no solamente fueron incapaces de mantenerse sino que, como en la primera República, se pasaban la patata caliente de uno a otro. De esta manera, le llegó el turno de patata caliente al ladino Canovas, que para desgracia de este país, se queda con ella. Este personaje, tiene en su haber: además de una mentalidad conservadora, la creación de la España del cacique, el señoriíto y de la pandereta.
   Sabiendo el ladino Canovas, que la sociedad española era republicana, a lo primero que dedica sus esfuerzos, es a desmontar la tal manifestación. Para ello crea una nueva Constitución en la que no permite el derecho al voto de la clase trabajadora y crea a su vez, este personaje, la figura del cacique, -especie de feudal pueblerino- para que este controle y manipule el voto; quedando de esta manera excluida la opinión pública; sumando a esto, que dejó el manejo de los negocios controlados, por los de su pandilla y a los que no siquiera pudo controlar la propia burguesía. Sobre estos hechos, hay anécdotas documentadas: uno de sus muchos ejemplos, dando el resultado de las elecciones, anteriormente a que éstas tuvieran lugar. Hay escritores estudiosos de la época, que tratan a los políticos, como en su corrupción total y a la composición del mismo régimen, como película de ciencia ficción.
   Con este panorama de oscurantismo, de provincianismo estrecho, hace que el país, una vez más, pierda la rueda y en esta ocasión de la segunda revolución industrial, y quede no solo paralizado sino en claro retroceso respecto a su entorno. Así se presenta la España oficial, hasta la apertura de la primera guerra mundial, en la que no participa, no por una opinión sólida sobre la contienda y su papel, sino por el raquitismo que padece, que la hace impotente; hecho que de rebote, la beneficia, para tener un cierto desarrollo industrial y de crecimiento en la riqueza, aunque con esa mentalidad, desde luego no se benefició para nada el trabajo.
   Aunque la España oficial fuese impotente, no quitaba que el Pueblo siguiera vivo y republicano: en 1886, sale elegido a diputado a Cortes, y a pesar de la alta corrupción y de su manipulación en las elecciones el republicano Nicolás Salmerón. En ese mismo año, hubo una sublevación militar de corte republicana. En 1890, hay huelga general en el País Vasco, ganada por los trabajadores. En 1892, nuevas agitaciones sociales y tan fuertes que los campesinos toman Jerez e interviene el ejército con su represión de muertos; a tal punto llega la agitación que el gobierno saca una ley que prohíbe los congresos de los libres pensadores. En 1899, protesta regionalista y reformista, -después del fracaso de la primera república, quedaba dicho contencioso y era de lógica que tarde o temprano estallara- en el que el gobierno central no dialoga, reprime, con lo que el contencioso continúa. En 1900, las protestas reformistas continúan y traen consigo una crisis más para el ejecutivo.
   Esta país inicia el nuevo siglo, con una España oficial: burocrática y palaciega, que ignora las provincias, las fábricas y los campos; con una clase conservadora, que alimenta aun régimen de ficción, mezquina, hipócrita y bastarda: palabras que fueron escritas en la época por el republicano Azcarate. Y tan decadente el régimen y la clase que lo sustenta, que no tienen fuerzas para impedir el desarrollo de las ideas de la libre enseñanza, aunque estas, no eran ni mucho menos como nos hubiera gustado, ya que carecían del método dialéctico; tuvieron esas ideas las suficientes fuerzas, para que sus nietos dieran a este país, la edad de plata en el intelecto.
   Con la fragilidad de su sistema económico, dependiente de las exportaciones, donde las compañías extranjeras, controlaban la totalidad de los ferrocarriles y tranvías y ocupaban, las posiciones privilegiadas en la electricidad y minería; con una tasa de analfabetismo del 65 %, y con un número de frailes y de monjas, igual, al de los alumnos de las escuelas secundarias y superior y a dos veces y media, al de los estudiantes de superior.
   A esta España que deja Canovas y que la recoge el rey póstumo, una especie de cacique superior, la conducirá a una crisis de enfermedad permanente. De los 21 años de su reinado, de 1902 a 1923, hubo nada menos, que treinta y tres gobiernos diferentes. De 1902 a 1905, en solo tres años, tuvo cinco crisis totales de gobierno, con cinco jefes de gobierno y sesenta y seis nuevos ministros y con el mismo rey, jugando a sabotear constantemente a la constitución. Si los anteriores años, los de Canovas, fueron de parálisis total de la nación con agresión hacia las colonias, los del cacique del Palacio real, fueron los años de las España negra, comparable a un Felipe II y a un Fernando VII. El ejército se llevaba el 51 % del presupuesto del Estado, y tan burocratizado y tan mal diseñado, que no podía con un puñado de rifeños. Donde el propio gobierno contrataba pistoleros, para matar por las calles a los trabajadores, que se distinguían por su sindicalismo, la misma policía ponía bombas, en las puertas de los pacíficos edificios, para que se hiciera necesaria, la suspensión de las garantías constitucionales. Sumándose a tal caos, los empresarios, con su terrorismo blanco, asesinando, en solo tres años, ambos terrorismos, el estatal y el blanco, a más de 700 obreros.
   A esta España negra, se opone una España contestataria y republicana, incrementándose en este periodo, por la crisis internacional: el fin de un ciclo de revolución industrial y por la correlación de fuerzas, dentro del propio país. A la clase trabajadora, empiezan a unírseles las clases medias: en 1903, la universidad se agita por todo el país, teniendo Salamanca su punto álgido, con la muerte de un estudiante, por las fuerzas de la represión, uniéndose a esa manifestación estudiantil, la clase trabajadora, con una huelga general en Cataluña y Andalucía; y este gobierno políticamente tan torpe, que no ve otra salida, que poner el estado de sitio, dando el resultado de graves enfrentamientos sociales. En 1909, muestra la fuerza que encierra, el joven proletariado catalán: numerosas huelgas transformadas en levantamientos, que infiltrados provocadores, las aprovecharon para que actuara la guardia Civil y el ejército; produciéndose la semana trágica de Barcelona, siendo fusilados, personas de prestigio, que no participaron, entre ellas, el director de la escuela moderna: Francisco Ferrer; dando lugar tal escándalo, a que las fuerzas republicanas, formaran una coalición republicana-socialista. En 1911, hubo un intento republicano de sublevación, que su jefe pagó con el fusilamiento; dando su muerte la respuesta, de una huelga general por todo el país, que a su vez, fue reprimida con violencia. Como el contencioso sigue sin resolverse, se vuelve a la carga en 1912, con la famosa huelga de los ferrocarriles, donde las regiones industriales se convirtieron, en el territorio de los valerosos combatientes proletarios; al movilizar a sus filas con gran rapidez, se manifestaron libres de toda rutina, y capaces de reaccionar creando en plenos acontecimientos, dando grandes pruebas, de audacia y de ataque.
   Gracia a las sumas de todas las luchas de la clase trabajadora, se llega al final del ciclo de onda larga de expansión: el de la segunda revolución industrial, que se marca en la historia: con el principio de la primera guerra mundial, que causa una crisis a tales grados, que se requiere para salir, de un nuevo organigrama social; otros caminos no valen y menos los de la guerra, como lo intentaron los políticos, porque por ese camino, la crisis aumenta y se prolonga. Esta crisis que puntualmente beneficia al país, en el comercio y desarrollo industrial, trae un enriquecimiento, que ni la Administración ni la clase burguesa comparten con el Trabajo, éste siguió sumido en la anterior miseria, con lo que la crispación social, subió a lo más alto. Viéndose el Trabajo, con la suficiente capacidad, -ya estaba organizado con fuertes aparatos sindicales- para dar salida a tan inicua situación, declara la huelga general revolucionaria. El rey, con su escasa visión para los acontecimientos, no dialoga, manda al ejército y éste dispara con ametralladoras, contra los manifestantes desarmados, causando más de 200 muertos. A pesar de la cuota a pagar por el Trabajo, consiguió: la caída del gobierno, y obligar al rey a poner una convocatoria a elecciones generales, a través de un gobierno de concentración nacional.
   La clase conservadora, la casta política y el rey, estaban tan lejos de la realidad, que no tenían el  más leve atisbo de lo que tenían entre las manos, al dar su gobierno de concentración nacional, una vuelta de tuerca: aumenta el terrorismo blanco a tanto, que originan un clima de preguerra Civil, ya que incumbe a la vanguardia del Trabajo, y esta desesperanzada tiene que vincularse a su autodefensa.
   Acabada la gran guerra, se le acaba a la Administración y a la clase burguesa, el comercio y el desarrollo que le proporcionaba, con lo que la crisis existente, se le agudiza aún más. Y no ven otra manera de solucionarlo, que poner una inflación galopante para robarle el escaso salario a los trabajadores, en el puesto del mercado, y el de bajarle los salarios: para robarles a los trabajadores, en el mismo puesto de trabajo. Ante tales ataques, una vez más el Trabajo tiene que defenderse y en 1921, declara la huelga conocida como la Canadiense: y a una huelga totalmente pacífica, el gobierno actúa, encarcelando a sus representantes sindicales y declarando la ley marcial, a la par que militariza a los huelguistas; las tales mediadas, detonan, una huelga general, de paro total, con lo que consiguieron los obreros: la jornada de las 8 horas y la caída del gobierno.
   Los años de la gran guerra, han aportado modificaciones considerables a la economía del país, por tanto a la estructura de la misma, creando una nueva correlación de fuerzas, con nuevas perspectivas: un desarrollo de las clases medias, que piden su espacio en la esfera política y una clase trabajadora, que ya no necesita apoyarse en otro programa ajeno al suyo. El rey no analiza, ciego, solo ve caos social; y da un golpe de estado, consiguiendo por fin lo que venía buscando ha mucho tiempo. Al general que colocó en el gobierno, Primo de Rivera- la primera medida que toma, es la censura de prensa, considerando su opinión de delito contra la seguridad de la patria, prohíbe igualmente el sindicato anarquista: al ser el más activo y eficaz, ya que con sus luchas, estaban educando a la clase trabajadora, en su manifestación revolucionaria, prohíbe el catalán y hasta el baile de la Sardana, con lo que se creó una reacción republicana en Cataluña, unido al aumento de su autonomía, que iría creciendo, hasta ser uno de los factores, de la caída del dictador y del propio monarca. Cataluña había quedado tan desarrollada en la industria, después de la gran guerra, que podía enfrentarse al poder central, que seguía anquilosado, con su burguesía rentista.
   La oposición sigue creciendo, a tanto en organizaciones y en manifestaciones, que obligan al dictador a presentar, un proyecto para una nueva constitución. Pero como el problema social en su causa sigue sin resolverse, como ya hemos señalado, el de para una nueva situación de fin de un ciclo y el comienzo de otro, no sirve nada más que una nueva composición social y ésta siguen sin solucionarla los políticos, como se dice que a perro flaco solo le salen pulgas, sobre los años treinta, le viene la crisis financiera; la situación se hace insostenible, y como la oposición ya tiene el conocimiento de la nulidad de la Administración, toma la iniciativa, y se organiza, formando el pacto de San Sebastián: integrado por un frente común antimonárquico. Esta junta o pacto de San Sebastián, comete de entrada, un fallo de precipitación o de coordinación y en diciembre de 1930, se subleva en Jaca la guarnición a favor de la República, y sus representantes son pasados por las armas, esta medida en lugar de restar a la oposición, la elevó de prestigio ante la sociedad, a tanto, que adquiere la suficiente fuerza, como para exigir al rey, la consulta a elecciones generales.
   En ese momento, el panorama que presenta el país, como consecuencia de la política de Canovas y el rey, es desolador: al analfabetismo, estaban en el 45 %, casi la mitad de la población; la penuria y la desnutrición, rayaban lo infrahumano, pues en 60 años, solo había crecido la población, a 6 millones de habitantes, y las escuelas primarias en 13.000, y el rey, al igual que su antecesor, seguían manipulando a esa España a través de la red caciquil. Al creer que en esta ocasión el manejo iba a ser parecido, decide aceptar, (sin sospechar que las condiciones subjetivas, ya no eran las mismas) que se celebren elecciones;  pero no se fía, (por instinto de clase, no por cerebro) y las convoca municipales. Al cacique del Palacio Real, el tiro le salió por la culata: en todas las capitales del reino, excepto cuatro, votaron República, y los “grandes de España” ante el miedo al estallido de una revolución roja, -el problema del Trabajo pasa al primer plano de la vida nacional- aconsejan al rey, que abandone el país; y desde un principio esta clase burguesa, hace el juego de apoyo y acoso a la República.
   Con la caída del rey, cae todo un periodo de la España sórdida: la España del señoriíto, la pandereta y el caciquismo; tan inútil, que cae sin revolución, por agotamiento interno. El 14 de abril, conocidos los resultados, se inicia un movimiento de entusiasmo popular por todo el país, que coloca al Comité revolucionario, como gobierno provisional, proclamando la república.



















CAPÍTULO II


   Si nos fijamos en la correlación de fuerzas que hay en el país y en las coordenadas históricas del momento y de su entorno: tenemos que ha muerto el ciclo de la segunda revolución industrial y empieza otro ciclo el de la tercera revolución industrial y que éste requiere para su funcionamiento, un organigrama o estructura diferente al existente: el de la sociedad liberal.
   Con una clase trabajadora tan fuerte, que pasa a ser el primer protagonista de la sociedad y además es consciente de ello; por tanto al nuevo reto, al de la tercera revolución industrial, le presenta su propia alternativa: la sociedad socialista. La clase burguesa, a su vez presenta el suyo, que de momento como se queda paralizada ante el empuje del movimiento obrero, no tiene otra alternativa, que la del Fascio: que no es otra cosa, que la militarización de la sociedad y la esclavitud del Trabajo; como se entenderá y más tarde los mismos burgueses lo entendieron, que era una alternativa imposible, ya que no podía dura por mucho tiempo, ya que dicho modelo, no correspondía a las coordenadas históricas que requería la nueva herramienta de trabajo y tarde o temprano, ya por las buenas, ya por las malas, y dado el caso, posible que por las malas y si era por las malas como ere de prever, sería el fin de la dirección burguesa en asuntos sociales; por tanto, para guardarse esa dirección al menos, durante ese ciclo de la tercera revolución industrial, un poco más tarde y en países más desarrollados, sacan la alternativa keynesiana o llamada Estado de Bienestar; que no es otra cosa, que compartir o mejor decir, que participe el Trabajo en los asuntos de la dirección de la sociedad: con leyes y convenios, quedando así diseñada, la estructura u organigrama por parte de la burguesía, durante dicho ciclo; la tal alternativa en su esencia queda, como una especie de socialdemocracia derechista o de centro, depende del país en que se haya forjado, o sea, un primo hermano de la alternativa obrera.
   Con este contexto llega al país la segunda república; lejos los cuadros burgueses de las clases medias y de la pequeña burguesía, de tal dominio de pensamiento. Nietos por educación de los Krausistas de la primera República, cometen los mismos errores de sus antepasados. Y si sus antepasados, tienen delito por el fracaso, se debía más a su incapacidad política, a que estuvieran fuera de las coordenadas de la historia, ya que para aquella etapa de la historia podía valer, la estructura u organigrama de la sociedad liberal; pero para esta sus nietos, su fracaso no solo estriba en su incapacidad política, que la tuvieron y a sumo grado, sino también, y por eso su fracaso es trágico, que estaban fuera de las coordenadas de la historia del momento, y no cabía por ningún poro su liberalismo, sino en ese momento para España y Europa, el Fascio o el Socialismo, ya que el Keynesianismo empezaba su andadura por los EEUU. Tal vez, esos cuadros burgueses y pequeños burgueses de la segunda República española, si hubieran entrado en la escena política con unos años de retraso, una vez implantado el Keynesianismo y estabilizado éste en los países de su entorno, probable que se hubieran adaptado y salido incluso airosamente, pero en su momento puntual, el que vivía la historia general de su entorno y la crucial de su propio pueblo con su subdesarrollo, -era bastante superior la mano de obra del campo a la de la industria- no cabía su liberalismo y menos su juego equidistante y equilibrista. Solo existía y repetimos dos alternativas y que tenían que tomar posiciones: el Socialismo por parte del Trabajo y el Fascio por parte de la oligarquía y de una parte de la pequeña burguesía.
   Con este drama para aquella España de 1931, se forma el primer gobierno republicano, encabezado por un presidente y un ministro de la gobernación, de mentalidades totalmente conservadoras y con un resto de gobierno compuesto, de esas clases medias y pequeñas burguesas ya descritas, que piensan más en el orden, se entiende, orden burgués y monárquico, que en las apremiantes reformas: es la herencia, de las culturas de las clases medias españolas, que por ese motivo, han ido de fracaso en fracaso: 1812-1820-1843-1868. Como se puede apreciar, mentes nada analíticas en la sociología de la historia, en su sentido dialéctico y práctico, y cometen los mismos errores, que ya hemos señalado de sus antepasados y se suma a ello, este primer gobierno en pleno. A la petición de las reivindicaciones del Pueblo, el ministro de la gobernación contesta igual que el rey cacique, palos y represión. Olvidando estos ilustrísimos, que si están en el poder, se debe precisamente al empuje prerrevolucionario que mantuvo ese Pueblo, durante todo el periodo alfonsino. Aclarando que en estos momentos del principio del republicanismo, el proletariado español, era consciente de sus excelentes cualidades combativas y de que era sabedor a su vez, que no contaba con un partido revolucionario, reconocido por él, que le siguiera, y que por tanto estaba y apoyaba a la República reformista, a su gobierno y a su parlamento, a que se mantuvieran en el poder. Demostrándolo, no solo con artículos, sino también con hechos prácticos; apenas proclamada la República, el primado de España, publicó una pastoral contra el gobierno y los sacerdotes desde los púlpitos: denunciaban a los gobernantes republicanos como que se habían vendido a Moscú, esto unido, a que las órdenes monásticas nadaban en dinero y el Arzobispo de Toledo, tenía un sueldo de 600.000 pesetas de las de entonces y además, la iglesia inauguraba una etapa de milagros; sumado a las demostraciones monárquicas de acoso y de derribo a la República, y que dicho gobierno no tomaban las medias oportunas: no contradice las propiedades de los terratenientes, ni los bienes de la iglesia; un sector del Pueblo que vive en la penuria, encolerizado, quema unos cuantos conventos y el gobierno, en lugar de tratar de resolver el asunto con medidas pedagógicas, actúa de forma represiva y violenta, y sin embargo, a los ataques de la iglesia y de la reacción no contesta.
   Aún hay otro caso más claro de apoyo a la República por parte del Pueblo, lo tenemos un año después, de ser proclamada ésta, con el golpe infructuoso del general Sanjurjo, que lo hizo precisamente infructuoso, la clase trabajadora y ante todo los militantes de la CNT, al declarar la huelga general, para que fracasar dicho golpe y que fracasó precisamente, por esa participación activa del Trabajo. Esto a pesar de que por esas fechas, la clase trabajadora había sufrido grandes agresiones, por parte del gobierno republicano, con un número de muertos que rondaban los 100, con muchos más heridos y presos, que solo por parte de la CNT, tenía dentro de la cárceles a 9.000, añadido a la censura que soportaba dicha central sindical: sus artículos, si no pasaban por la censura, les retiraban la totalidad de la prensa. Sin embargo a pesar de todo, salva a la República y al gobierno del golpe militar, y porque esa misma clase, en manifestaciones masivas, piden al gobierno el cumplimiento completo de las penas para los golpistas, el gobierno disuelve la manifestación, contundentemente, y el congreso con el apoyo de los socialistas, les concede el indulto.
   Mientras la cuestión agraria no se resolviera fuera con el gobierno que fuera, no podía haber paz social ni desarrollo para el país. Además, dada la mala situación económica a la que se enfrenta la república, de paro forzoso terrible: solo en Barcelona, el 30 % de los trabajadores de la construcción podían trabajar; con un capital circulante, que si en el año 1928, era de 2.000 millones, éste iba disminuyendo hasta que en el año 1933, se encontraba en tan solo 50 millones; unido a que el costo de la vida subía constantemente: sabido que el desempleo en aquellas fechas, significaba miseria completa, ya que no tenían ninguna clase de ayuda y subsidio, se incrementaban por tanto la mendicidad y con ello el descontento hacia el gobierno, por lo que las reformas se hacían urgentes; pero el gobierno seguía fuera de la realidad, y con represión si había manifestaciones al caso. Veamos un ejemplo de los muchos que hubo, el día 20 de julio, en la que millares de obreros, acompañaban al féretro de un compañero muerto por un esquirol, el gobierno de la República les hizo frente, librándose una batalla campal, con el resultado de tres guardias civiles muertos y de cuatro obreros; al día siguiente, los trabajadores a tan descabellado desatino, contestan paralizando la ciudad de Sevilla, con una huelga general, que se extiende por toda la provincia; a esto responde el gobernador del gobierno con una mayor necedad, con la detención de los dirigentes de la CNT, con lo que provocan, según estaban los ánimos, el asalto a los cuarteles; el gobierno en lugar de parar tal desatino y sustituir al gobernador, se suma al carro y declara la guerra al Pueblo, cogen presos a obreros significativos y le aplican la ley de fugas; y no queda ahí el asunto, vuelan sobre Sevilla aviones militares, bombardeando un edificio y derribándolo, con su secuelas de muertos y heridos, y presos a centenares; así se comportaba el gobierno de la República en su corto periodo de vida, de tan solo tres meses, cuando precisamente necesitaba para afianzarse del apoyo de ese Pueblo, y todo por una simple manifestación de duelo, en el acompañamiento de un féretro; marcando este despropósito, la línea que siguió la República hacia la clase trabajadora, durante todo su periodo. Teniendo el mismo comportamiento en cuanto a sus reivindicaciones, como por ejemplo, la huelga de Telefónica, en la que llevaban totalmente la razón los trabajadores, que hasta el mismo Prieto lo reconoce, dice Prieto: el contrato que soportan los trabajadores, es una imposición a una colonia, de atraco y latrocinio; y sin embargo, una vez más, el gobierno republicano se dobla ante el embajador americano y da las espaldas a los trabajadores.
   Estos izquierdosos del republicanismo, fueron incapaces de hacer durante ese periodo Constituyente, la reforma  que le otorga el apoyo del Pueblo y que éste pedía a gritos: la reforma de la tierra y la del subsidio. Y es de suponer que así perdería esa base social, dado su juego equidistante, que en al práctica no lo era tanto, también pederían la del otro bando, por tanto caminaban a la derrota; encontrándose como se encontraba en medio de dos polos muy fuertes, formados ambos en la lucha de clases de un largo periodo, como fue la etapa alfonsina.
   Pasado el tiempo de espera que le dio el Trabajo, éste vio claramente, como ese juego equilibrista, perjudicaba al Trabajo y beneficiaba en cambio a la oligarquía, porque además de no hacer las reformas, era la clase trabajadora reprimida absurdamente, y ésta visto lo visto se lanza al combate, para que en esa lucha encontrar al partido revolucionario o arrastrar a los partidos reformistas a la tan ansiada reformas. El campesino, al no ver la expropiación de la gran propiedad agraria, ni la liquidación privilegiada de la Iglesia, con iniciativa audaz, toma las tierras sin cultivo, aunque estas le costaron desalojo, cadáveres y cárcel. Destacándose la represión en los sucesos macabros de Casas Viejas, que recordaban el periodo más negro del rey Alfonso XIII. Todo porque una República, seguía con el mismo aparato opresor del anterior régimen y aunque crea su propio aparato represivo: los guardias de asalto, no sustituyen al anterior, sino que se suman y por supuesto igualmente de represivos a los existentes. La pregunta es bien sencilla, ¿qué hace un gobierno republicano aislado, y en medio de todo un aparato estatal del régimen anterior, y sin apoyarse en el Pueblo, sino todo lo contrario, reprimiéndolo? Si no eran políticos mejor habría sido, que se hubieran quedado en casa, a veces la historia hace estas malas pasadas, pero en España no es casual, por lo ya expuesto, de la mentalidad de las clases medias españolas.
   Después del fallido golpe militar y del año y medio de republicanismo, tal vez por que se les vea un atisbo de reformas, el Ministro de Trabajo, el Sr. Largo caballero, legisla las 8 horas de jornada laboral, que ya estaban legisladas del anterior régimen, también legisla sobre la huelga, éstas debían anunciarse con 8 días de antelación, con lo que le avisaba a la patronal para que ésta tomara medidas y al obrero, se le quitaba el arma de la sorpresa de la huelga relámpago. También aprueba la reforma agraria, que aparte de no abordar los minifundios ni la ley de los arrendamientos, venían a ser las ofrecidas voluntariamente por sus dueños al Estado; las no regadas, a pesar de existir embases y obligación de riego, no se tocaron. A 31 de diciembre de 1932, solo se habían asentado a 12.000 familias en 117.837 hectáreas, cuando Pascual Carrión en su estudio, decía que para esas fechas, la reforma debía de haber entregado, 6 millones de hectáreas cultivadas a 930.000 familias. A todo esto para acallar las protestas, el Ministro de la Gobernación, seguía practicando detenciones y destituyendo a alcaldes socialistas, por tanto, no es de extrañar, que las misma bases de las juventudes socialistas, se uniera a los comunistas y anarquistas en sus manifestaciones contra el gobierno, que no contra la República, para que tomara la dirección del gobierno el partido socialista, ya que era mayoría y desplazara a los republicanos; pero el mismo Prieto declaraba: que no quieren tomar el poder los socialistas, que quieren que lo sigan teniendo los republicanos la dirección, y ellos solamente formar parte como coalición, para así no ser una etapa hacia la dictadura de la clase trabajadora. Por estas declaraciones de Prieto es fácil vislumbrar, que la dirección del socialismo español, estaba decidida a apoyar la coalición, hasta conseguir que ésta frenara al proletariado, para inmediatamente después, sino lo consiguen, pasar a la oposición, con un pretexto radical cualquiera y dejar, a la burguesía el cuidado de disciplinar y aplastar al Trabajo. Así tenemos como ese gobierno de coalición, prohíbe la manifestación del primero de mayo, Y se llamaba en la Constitución, República de Trabajadores, ¡qué ironía!) que dado el clima reinante, era una provocación, y como cabría de esperar, ésta se celebra y el gobierno, manda  a la Guardia Civil, colocándose ambos: gobierno y Guardia Civil, las medallas de varios muertos.
   Las palabras de Prieto al poco se cumplieron, se celebraron elecciones y ante una coalición del gobierno totalmente desprestigiada, por ambos frentes, derecha e izquierda social, y que solamente podía mantenerse en el poder con el consentimiento de la clase trabajadora, pero esta coalición no comprende sus deseos y necesidades, ni tratan siquiera de comprenderlos, tuvo el pago que buscó; un alto porcentaje de los trabajadores se abstuvo y ganó la derecha.
   Los republicanos y sus aliados los socialistas, vivían apegados a una fórmula históricamente muerta, que ni tan siquiera tuvo razón de ser, como fórmula pasada de las clases medias españolas, e ahí una vez más el porqué de su fracaso.




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CAPÍTULO III


   L dirección  del PSOE sabía por la ley electoral aprobada en la Constituyente y con los votos de sus representantes que ésta beneficiaba a dos grandes partidos, perjudicando al resto, ¿cómo con tal ley no quisieron formar coalición con los republicanos, cuando estaba claro, por el fiasco de su anterior gestión, que un sector del Trabajo no votaría, con lo que el número de votos disminuiría respecto a la anterior convocatoria y seguro, con certeza y esto tenían que saberlo, que si la derecha se presentaba en coalición, se implicaban en darle el triunfo. ¿Será por lo que ya vislumbramos en el anterior capítulo y señalando, que el PSOE quería pasar a la oposición, para que la derecha, disciplinara y aplastara al movimiento obrero?
   Así tenemos que de forma tan simplona, pasa el PSOE (no olvidemos partido reformista) a la oposición, y le da el triunfo a la derecha de siempre. Que no tiene otra base ideológica, que la que unos asalariados intelectuales le configuran para darle norma política, pero si le quitamos esa envolvente, queda como un puro robo, y crimen si es necesario; que nos demuestra que esa ideología que aplican es ficticia, porque a sus postulados: Patria, Dios, familia, etc. la prostituyen cada vez que atentan contra sus intereses bastardos: de corrupción, robo y crimen; en lenguaje anglosajón, sencillamente gangsters. Los cuadros de esa clase asumen el poder, gracias a la ley electoral y al juego sucio del PSOE, pero no reflejadas en absoluto, en la composición social, porque aparte de la abstención, (y quiéranlo o no, esta cuenta para el convivir) sumado todos los votos: republicanos socialistas, superaban  a los de la derecha.
   Solo basándose en la barbarie irracional y no en la composición de la sociedad, actúa la derecha y desde un principio, comienza a tomar medidas a tal efecto: 1º.- Atacando al Trabajo, con la anulación de las leyes que fijaban los salarios, de las condiciones de empleo industrial así como del agrario: en la que 10.000 campesinos que habían sido asentados en grandes propiedades de Extremadura, fueron desposeídos de sus derechos; los salarios, fueron reducidos entre un 40 a un 50 %, y los terratenientes para  “colaborar” empiezan a despedir a los obreros; lo mismo tenemos con la Instrucción Pública: la sustitución de las escuelas religiosas por las laicas fue pospuesta, siendo al mismo tiempo, el presupuesto de la educación reducido drásticamente. Y dando libertad a todas las personas complicadas en el golpe militar del general Sanjurjo, reponiendo a los oficiales en sus puestos y abonándoles las pagas de todo el tiempo que había estado en prisión, mientras dejaban en la cárcel a 30.000 presos políticos de otras corrientes. 2º.- Como gobierno era débil y lo demostraba: incesantes cambios de ministros, 38 en tan solo del partido radical y en solo dos años, con la incapacidad demostrada de todos ellos. Los cuadros burgueses, siguen preparando su estrategia de derrumbe de la República: así o tenemos por las mismas declaraciones del Sr. Gil Robles: la democracia para nosotros, solo es un medios para llegar a un nuevo Estado; cuando llegue ese momento, las Cortes se someterán o las haremos desaparecer, ¿qué importa, que ello signifique, derramamiento de sangre? Además de jactaba, de tener agentes en las organizaciones de izquierdas, (como el caso del agente Dencás, en Squerra) para provocarlas y tomarse su deseo de represión; y manifestaba igualmente, que había logrado, con habilidad y previsión, el desafío a los trabajadores, en el alzamiento prematuro, de octubre del 34, para arruinarlos; porque decía, que quería conducir a la Iglesia y a los terratenientes, “hacia el triunfo”. Esta es la astucia, que representan, la medianía de los políticos españoles, (que hasta la fecha, les corresponden a todos) que para los cuales, es la cumbre de la alta política. Mientras tanto, los tradicionalistas, se estrenaban militarmente en Navarra, y las milicias falangistas, -elementos analfabetos en el pensamiento social, de la pequeña burguesía- jugando a ser sicarios del gran Capital, se estrenaban igualmente en Carabanchel; y sin despreciar las prácticas como: las provocaciones en atentados a las Casas del Pueblo, Ateneos Libertarios, o ametrallando desde sus coches, a los trabajadores que vendían la prensa de izquierdas; a estos ataques  al Trabajo y a la República, hay que sumarles, las entrevistas que mantenían la extrema derecha, con Hitler y Mussolini, para recibir el apoyo en armas y dinero.
   Tal miseria había conseguido el bienio negro, que en el campo, los mismos terratenientes, estaban aterrados ante el incierto futuro. Algunos campesinos, apoyados po los cuadros medios del aparato de los socialistas, pudieron apoderarse, más o menos por la fuerza, de algunas tierras de los hacendados y organizar colectividades; estos hechos evidenciaron, de un gobierno tan recesivo y represivo, su impotencia  ante la clase que representaba. Sea porque el aparato del PSOE, no pudiera controlar a su base: la UGT alcanzaba la cifra de 1.250.000 afiliados, al empuje de la CNT y al resto del Trabajo, comienza a organizar a los trabajadores, para un alzamiento prematuro, con lo que coincide con las tesis del Sr. Gil Robles, y lo demuestra, el como se organizaron los acontecimientos: primero, las armas no llegan; segundo, dejan a pesar de ello, que se produzca; tercero, los responsables o cabecillas que dirigían la insurrección, desaparecen, es decir, tiran la piedra y esconden el brazo; y Largo Caballero, el principal planificador de la tal estrategia, a la hora de la verdad, en lugar de ponerse al frente para disolverla o dirigirlas, para que no careciera de mando, se esconde en su casa, y los trabajadores se encuentran por esta causa: sin armas y sin dirección; siendo por tanto, un movimiento desarmado y atomizado. Y quedan como se puede comprender, fácil a la derrota y a la represión, por un gobierno vengador, bien pertrechado y bien informado. Esto no afecta en absoluto, que hubiera infantilismo en los trabajadores que se levantaron, por admitir los acontecimientos, según les vino, porque pudieran ser conscientes a pesar de la prematura acción, a la falta de medios y de enfrentarse a fuerzas superiores, el de probar sus propias fuerzas, para futuros ataques. En la represión, el gobierno demostró unas maneras enfermizas, como las del sádico matón, que quiere acaba de una vez por todas, con dicho movimiento liberador; no solo en la lucha que mandó al ejército regular y a los moros de la legión, que estaban en África, cumpliendo con esa palabra vana de los fascistas: de por el Imperio hacia Dios, sino que los trae, contra su propio Pueblo. Todas las invenciones de los peores campos de concentración, fueron puestas en práctica, demostrado ante las Cortes, con todos los detalles de nombre y firmas.
   A la clase burguesa y a la casta política, no le salieron bien sus cuentas, el de acabar de una vez por todas, con el movimiento obrero, sino todo lo contrario, éste se rehizo: una ola de simpatía por Asturias, se propagó por toda España y Europa, habían sido electrizados, por su heroísmo; y hasta el mismo Azaña, un representante del reformismo burgués, se manifestaba dando un mitin en Madrid, reuniendo a más de 400.000 personas, en un aliento de afirmación, contra la derecha corrupta de siempre; esto unido al descontento general y a la descomposición del partido que gobernaba, hace que la crisis toque fondo, en una palabra, el tiro de la represión les sale por la culata y se ven obligados, a proceder a la disolución de las Cortes, con el anuncio correspondiente a nuevas elecciones.







CAPÍTULO IV


   La burguesía española aprendió que para acabar con la fuerza del proletariado, no bastaba la política caciquil del rey Alfonso: la de la guerra encubierta, ya que con dicha táctica, más bien crecía, e ideó para vencerlo, la de la guerra abierta y prematura, para lo cual le tendió la trampa, para su derrota y exterminio, pero fracasada ésta, hace a su vez el estudio y el propósito de encuadrarlo en el frente burgués, para llevarlo disciplinado, al juego de la alternancia parlamentaria. El 15 de enero de 1936, se firma el pacto del Frente Popular: a los liberales, se les unen las fuerzas reformistas de las clases medias de izquierdas; la izquierda revolucionaria organizada no existía.
   El 16 de febrero, se celebran elecciones generales. La Ceda y un sector considerable de la derecha, creían que iban a ganar, basándose en lo previsto, por la planificación que tenían en los centros rurales: con las antiguas influencias caciquiles y el método del respectivo pucherazo, además de contar con la abstención, de un sector de la CNT y del Trabajo derrotado en octubre del 34; pero una vez más, la derecha se equivoca. El proletariado a pesar de su derrota y de sufrir una represión de exterminio, se rehizo y además de forma muy sensata, votó y no precisamente, al ala izquierda del socialismo, por el que había sido llevado a la derrota, sino por su ala moderada, la que ofrecía reformas y no soflamas sin sentido y ni programa organizado; estos votos juntos a los votos que esta vez si dio la CNT, porque el Frente Popular prometía amnistía y la CNT, tenía en las cárceles cerca de 30.000 presos políticos, más sumado que ahora iban en coalición los republicanos-socialistas, dio como resultado, un triunfo aplastante de dicho Frente: de 267 diputados; quedando la derecha que también iba en coalición, con tan solo 132.
   Este resultado imprevisto, desató el pánico entre la derecha y los reformistas, porque veían en sus imaginaciones, que una base amplia del sector de los socialistas junto a los de la CNT, se levantaban en armas para no ya las reformas, sino para la revolución. El mismo jefe de gobierno, Portella Valladares, declaraba más tarde, que Gil Robles y el general Franco, le habían propuesto un golpe militar, antes de que las Cortes se reunieran, entre que Valladares se niega, y de que aún no lo tenían preparado y lo veían prematuro, éste de momento lo relegan. La burguesía y una parte de la oficialidad del ejército, por esas fechas, estaban en conversaciones con Hitler y Mussolini, reuniendo armas y organizándose para el pronunciamiento, además de ir creando un clima de inseguridad, manteniendo al país en eses estado constante por sus provocaciones y asesinatos, uniéndosele los falangistas, en la práctica de la táctica del terrorismo.
   Igualmente como hemos señalado entre los reformistas, cundió el pánico: se destituye a Alcalá Zamora y alzan a la presidencia a Manuel Azaña, para que este sirva de freno de polo estable, para dirigir mejor las armas del Estado contra las masas revolucionarias, ya que éstas le habían alzado al poder. En un engaño más al Trabajo, ya que el programa del Frente Popular, contenían la protección de los intereses de la burguesía: ninguna socialización, ni la del Banco de España, el único gesto, la presión hacia la reforma agraria; aunque Azaña hizo lo posible, para tranquilizar a la opinión moderada, en una declaraciones del propio Azaña: no queremos innovaciones peligrosas, necesitamos orden y paz, nosotros somos moderados. –Estas palabras, nos recuerdan a los infantiles políticos de la primera República- Así se presentaba Azaña, una vez alcanzada la presidencia; como se ve, alejado del otro que dio el mitin en Comillas; era para las clases medias españolas, la garantía que impedía la revolución; cuando el paro y el hambre eran más terribles que nunca, este hombre daba la impresión, que no había aprendido nada, de las experiencias anteriores, no se daba prisa en escuchar las quejas del Pueblo. Si Azaña, representaba la derecha del Frente Popular, Prieto, representaba el centro y quiso desde un principio, desde luego, más por sus miedos a la revolución que a una postura clasista, el de llevar a cabo la reforma agraria; e igualmente quiso que el gobierno fuera compuesto, por todo el Frente Popular; pero Azaña le ofrece el gobierno a Casares Quiroga, hombre cercano a las teorías Azañistas y Prieto, entre el miedo de Azaña a la burguesía y al proletariado y a la negativa de su propio partido, queda eliminado. Largo Caballero y el ala izquierda del partido socialista, mayoría dentro del mismo, el que llevó a la derrota al Trabajo en octubre del 34, le niegan a que participe Prieto, e igualmente se oponen a que participe a que participe el partido dentro del Gobierno; por tanto este gobierno va a nacer débil, ante los acontecimientos que se le avecinan, y que ya eran previsibles. ¿Por qué, nos preguntamos, este comportamiento de Largo Caballero, cuando precisamente dados los ánimos se requería un gobierno fuerte, y cuando el y su ala izquierda habían sido derrotados por los electores, ya que éstos les dieron el voto a Prieto y Besteiros; solo les votaron a Largo Caballero y a su ala izquierda, los trabajadores que no participaron en la jornadas de octubre? Este Largo Caballero, según sus propias declaraciones, era un “socialista” que no había leído a Marx ni a Lenin hasta los 67 años, así que en una edad senil, se dirige a los trabajadores, con soflamas revolucionarios, de transformaciones; pero sin organizarlos y sin darle un programa ni darles armas para su defensa, por si accedía al poder como esperaba, en su línea de hacer fracasar al gobierno republicano; mientras que la derecha si se armaba y a la vista de todo el mundo, para dar el golpe de Estado. A estos acontecimientos se enfrentaba tan débil gobierno, y tan débil, que más que un gobierno era la sucursal  de un Ministerio,  porque el aparato del Estado, seguía siendo el mismo del régimen anterior, el de la etapa Alfonsina; por lo tanto el poder real, lo tenían la Banca y el Estado Mayor. ¿Cómo y sin tan siquiera participar en el gobierno y sin querer armar al Pueblo, iban a hacer las transformaciones? Nos hace pensar de este senil socialdemócrata, este colaborador de la dictadura de Primo de Rivera, no jugaba a revolucionario, sino todo lo contrario, a que como en octubre del 34 fracasó en la derrota total del Trabajo, ahora quería darle su segunda embestida, preparándole otra encerrona; desde luego es el análisis más posible, si seguimos el comportamiento que tuvo, cuando más tarde, fue jefe de gobierno. Otro pequeño aparato que formó parte del Frente Popular, fue el partido Comunista, en aquellas fechas a pesar de su número de diputados, no sobrepasaba los 3.000 afiliados en toda España, y con una política tan moderada, aunque tuvieran slogan revolucionarios, que los mismos socialistas les tomaban a chiste, decían: votad a los Comunistas, para salvar a España del marxismo; y cuanto de verdad había en dicha frase, ya que por las tales causas y otras, como la composición de su base, con bastante pequeño-burgués, eran menos revolucionarios que los propios dirigentes sindicales.
   Los pistoleros falangistas, provocaban a los socialistas y anarquistas con sus asesinatos; y a los propios de la Ceda, destruyéndoles sus enseres, para que éstos se pasaran a su bando; y la respuesta de los cansados socialistas y anarquistas, dado que el gobierno era tan débil, que no sabía atajar los tales despropósitos, fue la de crear, sus propias defensas; creándose un clima, que la sociedad de las clases medias, no vieran a mal, lo que todo el mundo ya sabía: el que los oficiales del ejército, prepararan el alzamiento, con una guerra civil inminente. En junio, los cuadros medios socialistas y demás organizaciones de la izquierda, le pedían a Azaña, armas para el Pueblo, y Azaña como había caído en una apatía total, se las niega; dicha mediada a un gobierno débil de por sí, lo hace prácticamente ya nulo.
   El representante de la monarquía, Calvo Sotelo, era asesinado por represalia a que había sido asesinado anteriormente, un socialista y el ejército, aprovecha la impresión producida y adelanta el alzamiento, dándole con ello al gobierno tiempo suficiente para actuar y abortarlo: disolviendo al ejército y distribuyendo las armas al Pueblo; y sin embargo, no lo hizo, e hizo una proclama que produce el efecto contrario: los oficiales de las guarniciones, se alzaron por todas las ciudades de España. Así el Frente Popular, abre de par en par las puertas a la guerra civil y a la dictadura contrarrevolucionaria, ya que las masas revolucionarias, estaban desnudas: sin programa, sin armas y sin dirección digna de ninguna clase de confianza.









































CAPÍTULO V


   En julio de 1936, los obreros españoles rechazaron el asalto o golpe de Estado, (fueron los primeros en toda Europa, que se enfrentaron al Fascio) en el que los oficiales militares había preparado su conspiración bajo un gobierno republicano, por tanto bajo su protección o desidia, ya que no hicieron nada para evitarlo durante su preparación y lo sabían como lo sabía todo el Pueblo, era “vos pópulos”.Los trabajadores para parar dicho golpe contra la República, se movilizaron, y se fueron a su encuentro. Del gobierno republicano, no supo aí mismo defenderse, y una vez producido el alzamiento militar, se negó a entregar las armas al Pueblo, para que éste se defendiera y defendiera a la República. ¿Qué esperaba el gobierno republicano con esa actitud de no dar las armas al Pueblo, quiso facilitar la labor a los golpistas, que al no tener las armas el Pueblo, el golpe dejara de estar paralizado y siguiera adelante, hasta la represión de la clase trabajadora, como ya sucedió en el octubre del 34, esperaban que esta vez la represión fuera la definitiva? En un principio los militares no se alzaron contra la República, sino contra una forma de república, la del Frente Popular, la que exigía reformas que tocaban la propiedad privada, y en esto, los señoritos que formaban el gobierno, como los militares que se alzaron, coincidían en sus teorías, la de no tocar dichas propiedades.
   Como era de esperar, hubo crisis de gobierno y cayó Casares Quiroga, pero Azaña siguió formando un gobierno débil, de solo republicanos y no de los que habían ganado las elecciones, el Frente Popular; a pesar de ello, ese gobierno formado por el Sr. Giral, aunque tarde, dio las armas al Pueblo, pero no supo ponerse al frente de los acontecimientos y una vez más, fue la clase trabajadora, la que toma la iniciativa, e improvisa las milicias y crea los Comités Obreros, dándole desde un principio un carácter revolucionario, (ya que no se podía ganar la guerra civil de otra manera, o sea con el mismo programa económico-social como el del fascio, por la sencilla razón, de que toda guerra civil, la política domina a la estrategia militar y más como en este caso particular, que tenía el fascismo, mejor apoyo logístico) fundaron sus propios gobiernos de poder, se incautaron de tierras y de empresas e intentaron regular la producción y en algunos casos, conseguido en grados sorprendentes, reconocido hasta por los propios reaccionarios. Ante tal posición obrera, Azaña declara: que el gobierno no quería ni podía patrocinar la obra revolucionaria que había comenzado. Así tenemos, como desde un principio, el gobierno republicano, débil y ausente de poder, desaprueba la ayuda que le ofrece la clase trabajadora; y con ello el de ganar la guerra.
   Desde el mismo inicio, el movimiento revolucionario de la clase trabajadora, la burguesía comprendió, que cualquiera que fuera el punto de partida, ese movimiento iba dirigido contra la propiedad privada de la tierra y de los medios de producción, y que era absolutamente imposible acabar con él, a través de medidas democráticas; siendo así, que convirtieron la zona del alzamiento, en guerra civil. Tomando las medidas en su retaguardia, de una represión paranoica, contra la clase trabajadora y en la zona republicana, poner un gobierno que la clase trabajadora confiara en él, a pesar de las medidas contrarrevolucionarias que le iban a imponer; a tal fin, se forma el gobierno Largo Caballero-CNT-Comunista. (Algo parecido a lo que la burguesía recientemente ha hecho en este país, bajo el régimen de monarquía parlamentaria, mejor dicho consenso, poner al PSOE de Felipe González, para llevar a cabo la reconversión industrial salvaje y los contratos basuras, metiendo a este país de lleno en el llamado neoliberalismo) Y el tal gobierno, ante todo el Sr. largo Caballero, que según la prensa de Moscú, era el Lenin español, se olvida totalmente de sus anteriores declaraciones e intenciones de no formar gobierno, hasta que no se lo dieran a él para hacer la revolución, y ahora que lo tiene, como era de esperar para todo aquel que siguiera su trayectoria: dictadura de primo de Rivera, octubre asturiano y otros etc. a lo primero que se dedica, es a desmantelar precisamente, lo que había de revolucionario en la zona republicana: desautoriza por decreto ley los Comités, privatiza las colectividades de la tierra, incluso en algunas, empleando las armas contra los campesinos; igualmente privatiza las fábricas que habían sido colectivizadas, dándoselas a sus antiguos dueños; dirige una nota al gobierno inglés y francés, diciéndole que la política  internacional de la República de su gobierno, se sumaba a los de los gobiernos respectivos, sabiendo como se sabía, que el gobierno inglés, apoyaba al franquismo y el francés era totalmente tibio; las empresas que producían material de guerra, se las quitan de la administración obrera y las hace estatales y a estas les aplica una hora de más de jornada laboral, pero a su pesar, sacan menos producción que con la dirección colectivista; (ejemplo claro que con la burocracia funcionaban peor que con las colectividades) disuelve la juntas militar de Madrid, que había funcionado más o menos correctamente en la defensa de la Capital y que hizo que ésta no cayera, pero hay que sumar a este despropósito el no tomar ningún dispositivo para fortificar Madrid y sus alrededores; favorece a los militares profesionales, en lugar de hacer ascensos, según su calidad en la guerra; disuelve las milicias, -maniobra para desarmar al Pueblo- y exige por decreto, la devolución de las armas de los sindicatos y paisanos, las armas que entregó el Sr. Giral al Pueblo y las que ese mismo Pueblo les había quitado al fascio; además reprime económicamente a su consumido Pueblo, al subirle el costo de la vida a un 77 %, con lo que consiguió, que entrar en la zona republicana el contrabando y la corrupción.
   Cuando la situación en el frente de la propiedad se hizo más amenazador que en el frente militar, el gobierno republicano, se inclinó hacia Moscú y no es que dependiera de Moscú por sus armas, ya que estas eran pagadas a buen precio, sino porque eran cómplices; los fines políticos eran los mismos: cumplir la misión de ahogar la revolución socialista que se estaba gestando; en carta de Stalin a Largo Caballero, le indicaba que había que tranquilizar al capital extranjero y simpatizar con las democracia occidentales; como si la guerra se ganara en las cancillerías y no en las tierras de España, ¿el Sr. Stalin, quería para España, la misma derrota que le produjo a China en 1927, ya que su estrategia era la misma? es la línea que se desprende de los hechos, que quería la derrota de la clase trabajadora como quiso la derrota del partido comunista chino. Y paso a paso este gobierno contrarrevolucionario, formado por la izquierda del PSOE, dirigentes anarquistas y del partido comunista, va hacia su objetivo, hasta que tropieza, en querer quitar las armas a los obreros barceloneses, compuestos en su mayoría por anarquistas, con la excusa de pasar a propiedad estatal la central de telefónica, que estaba colectivizada o sea que era propiedad comuna, ataca a dicha central y a todos los edificios de los sindicatos y partidos de izquierda que tuvieran armas, estos por supuestos se defienden, y no son suficientes las fuerzas de los guardias de asalto y de los comunistas, (que por cierto muy bien armados y mejor que los que estaban en el frente) y tienen que enviar desde Valencia, una columna de 6.000 hombres; entre estas fuerzas y las llamadas de los jefes de los sindicatos y la falta de alimento de los defensores, los obreros abandonan las posiciones y el gobierno toma la central telefónica y se apodera de los edificios de los sindicatos y de los partidos de izquierda. Después vino una represión atroz, las cárceles se llenaron a rebosar y hubo censura periodística. Terminando así el último foco de resistencia revolucionaria, se puede decir, que Largo Caballero, los dirigentes de la CNT y del PC, habían conseguido sus objetivos: expoliar y asfixiar toda conquista y todo inicio de apoyo a un socialismo naciente. Y con ello prácticamente, se puede decir que habían acabado de perder  la guerra, ya que al convertirla en convencional, solamente ganaba, quien mejor equipado estuviera, y esto desde luego, la tenía la zona fascista.
   Larga Caballero se niega a echarle la culpa al POUM, de los acontecimientos de mayo de 1937, y por tanto a su represión. Dicha actitud, no convence a la burguesía, porque no solo se conformaba, con que se concluyera toda petición reivindicativa, sino que quería también, su depuración. Y como las tesis burguesas y las estalinianas coincidían, se valen de los comunistas, para crear una crisis de gobierno y cambiar el ejecutivo. La cabeza del nuevo ejecutivo, se la conceden a Negrín y a los comunistas, las carteras represivas.
   Así empieza este gobierno, llenado las cárceles de todo sospechoso de portar armas, de todo sospechoso de revolucionario: incluso llegan a encarcelar a niños; con torturas en muchos casos que llegaron hasta la muerte, y a terminar con la influencia de los sindicatos, de una vez para siempre. Al imponerse las tesis comunistas, se puede decir que conquistaron definitivamente el poder, por lo que supuso la eliminación de todo aquel que ellos creían que era un enemigo político. Al convertir a todo el mundo en sospechoso, llenaron de espías la retaguardia; fusilando, no solo en las cárceles, sino en el mismo frente, si sospechaban que era del POUM, e incluso a los heridos los remataban en la misma trinchera; agregado a toda esta mierda, los asesinatos selectivos de miembros de la CNT y UGT. Los comunistas iban más lejos en la caza de revolucionarios, que los propios liberales, invierten más energía, contra los revolucionarios que en ganar la guerra, terminando por imponer un terror policiaco, tan atroz, que los trabajadores que se encontraban en la zona franquista, al ver lo que pasaba en la zona republicana, se mostrasen indiferentes y no hicieran sabotajes, con lo que el fascio, no le era necesario, dejar fuerzas en la retaguardia y así emplearlas todas en el frente de guerra.
   En cuanto a su comportamiento en la guerra, siguen la misma táctica burguesa estaliniana: no prestan ninguna ayuda al país Vasco, cuando éste se la pedía a gritos desesperados; y a una columna de milicianos que voluntariamente acudía en su ayuda, la ordenan, que se desvíe para Huesca; la riqueza del país Vasco cae en manos franquistas, mientras la columna se pierde en Huesca, en donde no había de momento ningún objetivo salvador; si a esto sumamos las desastrosas batallas de Brunete y el Ebro, etc. se hace pensar que tal vez las batallas eran perdidas adrede, y nos lo demuestra, el comportamiento del gobierno de la República y el de su protector el de Moscú. Después de la batalla del Ebro, a los dos bandos les quedaron prácticamente sus parques  deshechos; y mientras reponen al del bando franquista, al componente republicano, se les niegan; prohibiendo el paso de las armas a través de la frontera, (según versión comunista, el gobierno francés las retiene; según Hernández, Stalin dio la orden al jefe del gobierno francés para que las retuviera) y obligan al gobierno republicano y el está de acuerdo, a que las brigadas internacionales abandonen el país; si sumamos a este disloque, el darle la dirección de la defensa de Cataluña a un comunista de Moscú, (la toma de Cataluña fue un paseo para las tropas fascistas) se confirma, lo que apunta en su libro, Yo, espía de Stalin, el jefe del espionaje del Kremlin en Europa-Occidental, donde declara: esa política a España, fue así como un prólogo infame, al pacto nazi-soviético de agosto de 1939.
   Y no solo confirma esta tesis, la depuración que hubo en gran escala en el  campo republicano y a la conducción de la misma guerra, sino también, la reconciliación que se desprende, entre Negrín-Stalin- Franco: lo tenemos con el levantamiento de Casado, Negrín, no habla a la nación, por lo que con su silencio delega u otorga la autoridad al Consejo. El buró político del partido Comunista, no dio orden de levantamiento contra la Junta, sino todo lo contrario, le dieron la orden a las columnas Comunistas, de que no lo hicieran, (del libro Los vencedores de Negrín, de Edmundo Domínguez Aragonés, comisario del frente centro-sur) si se hubieran levantado contra la junta, Casado no se habría salido con la suya, ya que tenía una sola columna y los Comunistas tenían tres, y una vez que Casado sale airoso de Madrid, (porque la columna comunista cuando lo tenía acorralado, en lugar de acabar con él, le ofrece el pacto de dejar de acorralarle y dejar que siga Casado en la Junta, si Casado se compromete a no hacer represalias a los comunistas) el gobierno republicano se exilia, y se desmorona Valencia, -que tendría que haber sido la última- y el resto de España sin lucha; incluidos los frentes que estaban dirigidos por comunistas, eran abandonados, dejándoselos libres a los franquistas; señal de que Casado no estaba tan solo, (según Madariaga, en su ensayo sobre España, Negrín al igual que Casado, tenían contactos con el gobierno de Salamanca) si añadimos el hilo conductor de Negrín-Moscú-París-Londres-Franco-Casado y sumamos a su vez, el que ya todos los combatientes estuvieran cansados de la absurda política del PC, ya que fueron los creadores de la subjetividad de la derrota, ésta así sola se encuentra. El 6 de marzo de 1939, aún sin entrar las tropas fascistas en Madrid y Levante, Moscú, (para terminar el último leño al fuego) en comunicación de prensa, dio por perdida en su forma total la guerra; siendo los dirigentes comunistas, los primeros en abandonar el país, no esperando el inicio de la segunda guerra mundial, que era vista por muchos analistas, como de comienzo inmediato, como así mismo sucedió, y que habría servido de haberse prolongado la guerra, para la derrota global del fascismo.
   Al plantearse como tarea la salvación del régimen capitalista, aceptando en el frente la táctica enemiga, el Frente Popular estaba llamado a la derrota, ya que era enfrentar a 100 tanques contra 600; desempeñando Stalin  y el partido Comunista español, ser los derrotados del franquismo y los sepultureros de la revolución.

























CAPÍTULO VI


   Con su apoyo a la República, la burguesía utiliza a la izquierda estructural, para socavarla; y con su acoso a la república, utiliza al fascio, para dejarla derrotada. Además de articular, (ya que no podían enfrentarse por sí sola al Trabajo) a la burguesía internacional y a la burocracia de la URSS: casta acobardada, que se recula en sus asientos.
   Cuando toda Europa temblaba por el ascenso del fascismo, e incluso los gobiernos liberales occidentales, le daban los parabienes a Mussolini por la toma de Etiopía, el Pueblo español, se enfrentaba a ellos en campo abierto, en las trincheras; con una cobertura muy inferior, la de 100 tanques contra 600.
   Para derrotar a este heroico pueblo español, se necesitó del concurso pleno del Fascio del interior y del Fascio del exterior, de las democracias occidentales, de los republicanos españoles, de los aparatos de los partidos de izquierdas: PSOE-Comunistas-Anarquistas, de la URSS y de los cuadros de los propios trabajadores: las de sus sindicatos. A pesar de ello y de sufrir unas de las represiones más duras que hayan existido en la historia, necesitaron de tres años. Pasando a ser la guerra Civil española, la más pérfida y traidora, de cuantas han existido. Junta toda esa caterva, lucharon contra el Trabajo, haciéndole una guerra sin cuartel, manifestándose en la propia zona republicana, por la detención y asesinato de revolucionarios, el desarme de los obreros, en el abandono de los destacamentos de los obreros en el frente de guerra: sin armas o con armas atrasadísimas y sin recibir ningún apoyo de la retaguardia, estando sin embargo la policía de la retaguardia, la que no iba al frente, bien vestida y armada para su labor en la represión de la población republicana, como así mismo, a la par, el gobierno republicano hundía a la población en una represión económica: subiendo el costo de la vida, hasta un 77 %, en lugar de haber hecho, una economía de comunismo de guerra, claras señal, de que su prioridad, no era ganar la guerra.
   Desde un principio este heroico Pueblo, se enfrenta al fascio, dándole un carácter de revolución proletaria y según en declaración del hombre que tomó el Palacio de Invierno y ganó la guerra civil, el pueblo español, estuvo superior en su lucha, al del pueblo ruso de 1917: mientras que el pueblo ruso, iba detrás del partido bolchevique, el pueblo español y solo con sus bases sociales, iba delante de las formaciones políticas y sociales y además con el hándicap de su contra, y construyendo a su vez en plenos acontecimientos. También fueron más lejos, en la construcción socialista, mientras que en la URSS, la propiedad se estatizaba, aquí en España, los obreros la hacían Comunal y en algunos pueblos, a pesar de la siempre titubeante primeros pasos, y a pesar de todo impedimento por la guerra y lo que rodeó al conflicto español, funcionaron en general correctamente, y con la producción en grados tan sorprendentes, que hubo admiración hasta de los propios reaccionarios. Los trabajadores percibían los salarios, no el equivalente al precio de su trabajo, sino de lo que necesitaban para sí y la familia. Los parados percibían lo mismo que los que trabajaban. Los comités juzgaban, realizaban los casamientos, enterraban a los muertos, dirigían la colectividad y fijaban los salarios, sus miembros, eran cambiados a menudo y así todos tendrían su turno de responsabilidad.
   Dejando claro que las reformas sociales audaces, representan el arma más importante en la guerra civil y la condición fundamental de la victoria; como así ha ocurrido en todas las guerras civiles que se han ganado: la guerra civil americana, el general Lee, era más inteligente y mejor estratega que su contrario el general Grant, y sin embargo perdió, porque el norte, quitó la esclavitud. En Rusia, igual ocurrió con la guerra civil, donde entraban los bolcheviques, socializaban las tierras y las fábricas; como igualmente en Vietnam y en la guerra civil China. En toda guerra civil que ha tenido lugar, ha ganado la parte, que ha tomado las medidas políticas a favor de los pueblos, por la sencilla razón, de que ésta, se impone a la estrategia militar; y si aquí en España se perdió, fue porque Franco y el gobierno de Largo Caballero-dirigentes de la CNT-y comunistas, no veían con buenos ojos, esa incipiente revolución socialista, porque ambas formaciones protegían la propiedad privada de la tierra, de los medios de producción y por tanto estaban a favor de la restauración de las clases, por lo tanto a final de tres años de guerra y de batallas perdidas adrede, porque francamente querían la derrota militar a colaborar con los Comités; ya que sufrieron éstos una represión por parte del gobierno republicano casi tan dura como en la parte franquista, tal así, que los campesinos y los obreros no veían diferencias entre unos y otros, a tal política, los frentes terminan por desmoronarse y queda el Fascismo, como dueño y señor.
   La pérdida de la guerra, no fue solo una tragedia  para el Pueblo español, sino un golpe terrible para la humanidad, ya que de haberse ganado y hecho la revolución en España, de seguro que la URSS, habría cobrado menos por el armamento, aunque parezca una anécdota, no deja de tener su importancia, según los recursos del país, además la misma URSS, y esto si que tiene importancia, había dado un giro hacia la izquierda, y con la repercusión de las dos revoluciones en la esfera mundial, habría traído, que en los países fascistas, en sus propios países, o sea en sus retaguardias, se hubiese creado una oposición que les habrían obligado a tener que dejar su expansionismo. Que en Inglaterra, ya que empezaba el keynesianismo en América, dejara de ser titubeante ante el Fascio y se sumara a la política de Roosevelt, y por tanto ganada contra el Fascio, antes de que este empezara su expansionismo militar; y a la débil Francia, hacerla fuerte, con lo que entra de lógica, que se podría haber evitado, la segunda guerra mundial y por supuesto la hegemonía  de los EEUU sobre Europa, y el de ocuparla e imponerle sus bases militares.
   Pero aunque ganaron, no pudieron derrotar al Trabajo, como quiso el Fascio: que sea esclavo; por tanto su derrota no es total, porque no se le puede abstraerse de su vinculación, a la nueva herramienta de trabajo, el de la tercera revolución industrial, y ésta, requiere para que funcione el orden social, de una nueva legislación laboral acorde con las nuevas circunstancias; y superior al de la anterior etapa, la del liberalismo, y si el Fascio quiso seguir en el poder, tuvo que ceder y adaptarse.





























LA TERCERA REPÚBLICA





































CAPÍTULO I


   Si al fascismo-nazismo se le hubiere parado los pies en la guerra Civil española, no habría habido una Austria, una Checoslovaquia, una Polonia y por lo tanto, una guerra mundial. Pero la ambigüedad de los políticos y de las clases medias de los principales países occidentales, dieron pie a dichos acontecimientos. Lo que demuestra, que el ser humano, tiene altas dosis de estupidez.
   A partir de la entrada de los EEUU en la segunda guerra mundial, empieza éste a organizar y dirigir las conferencias de los aliados, culminando con las de Yalta y Potsdam; en las posteriores conferencias, por el asunto Berlín-Alemania, no se ponen de acuerdo y se inicia la guerra fría. Pero en Yalta en la que sí hubo acuerdo entre las tres potencias, en repartirse sus áreas de influencias; y dentro de cómo cada una interpretarse dichos acuerdos, colaboraron, la una a que la otra, sacara su proyecto adelante, aunque esto fuera contra los intereses de dichos pueblos o de sus clases trabajadoras:  ejemplo , Grecia, Italia, España…no se inhiben a que así se las apañe cada uno con su valimiento, sino que además colaboran con sus organismos y sus influencias.
   La URSS, para tener fuerza en dicha conferencias, preconiza el maquis en España, (según versión de Hernández, uno de los jefes del PC y de Tamales, en su libro, La Era de Franco y que también perteneció al PC) que por otra parte, no era ninguna utopía, era el único país que quedaba fascista y el fascismo acababa de ser derrotado a nivel mundial, por lo que el régimen, políticamente se hallaba en sus horas más bajas e igualmente se hallaba la economía del mismo, pues a pesar de los años pasados desde la guerra Civil, la autarquía no había conseguido que el poder adquisitivo de los españoles, alcanzase los niveles de antes de empezar la contienda. Una vez pasada la conferencia de Yalta y llegado los tres componentes a acuerdos definitivos, la dirección del PC, pro Moscú, manda al taimado Carrillo, para disuadir y convencer a los guerrilleros a que dejen las armas, con la amenaza, de que dejarían de recibir ayuda de Francia y de la URSS. El siempre obediente partido a la dirección, deja las armas, cruza la frontera y una  vez más, los PC pro  Moscú se desmoronan.
   Tras la victoria de la Cruzada, llevada a término paranoicos: el 15 % de la población española en más o menos grados, se ve afectada directamente por la contienda y su consiguiente represión, y un tanto por ciento a un más elevado, indirectamente; con lo que al final de la guerra Civil, no pudo haber reconciliación, y siguió de forma marcada, las dos Españas. Con lo que los EEUU, la potencia que le había tocado a España como protectorado, comprende la situación, y siente miedo o recelo hacia e pueblo español y decide bajo su criterio (el de la URSS en Checoslovaquia fue distinto) apoyar al régimen franquista, e ir introduciéndose lentamente por arriba, con la España oficial y desde abajo, creando una oposición tolerada y controlada, para que cuando llegase la muerte del dictador, tener el poder económico y político del país en sus manos, y a la población integrada en la defensa de dicho régimen y no dividida. Por supuesto que hubo diferencias de criterio dentro del congreso de los EEUU, pero la línea señalada, es la que al fin se impone; aunque en algunos casos se viera en la necesidad de hacer piruetas diplomáticas.
   De forma abierta y ya en el congreso sin oposición digna de tener en cuenta, empieza masivamente la penetración yanqui en España. UN gobierno que se ve solo en la escena política y acomplejado a la posible pérdida del sillón, les va dando las facilidades que van requiriendo su protector, aunque a la larga, los tales patrioteros, los tales por el imperio hacia Dios, dejen al país como una provincia yanqui. Y a partir de 1951, los bancos americanos dan crédito al gobierno autárquico; los católicos del OPUS DEY, que tienen sus capitales internacionalizados, sirven por supuesto de puente a esos fines yanqui de penetración y liberación de la economía. En 1952, se firma el pacto de ayuda militar, económica y técnica y en 1953, ponen los americanos en territorio español, las bases militares y navales, para como es de suponer, de guardas de sus inversiones: traen a los pistoleros, para ocupar el país y defender su hacienda. Hasta 1954, el pueblo español, no consigue los niveles de vida de antes de la contienda y esto más que a la gestión de la autarquía, se debe a la ayuda extranjera: pocos regímenes, habrá habido en la historia de la humanidad tan ineptos, necesitaron de 19 años y con ayuda; tal fue el daño que causaron a la población aún sin guerra, que las generaciones de esos años, quedaron marcadas por odios y miedos. Con las bases militares puestas, las inversiones fueron creciendo, siendo para 1959, el 10 % del capital total y en 1967, el del 34,6 %; quedaba claro que ese ritmo de inversión y a esa confianza en su diseño político, para la muerte del dictador, el capital extranjero, pasaría a ser el centro de la decisión de la economía y de la política española, con lo que en un futuro, dejaría de ser un protectorado, para convertirse en una provincia yanqui.
   Para esas fechas de los años cincuenta, los EEUU, crean las bases de la Trilateral: EEUU-Canadá, Europa y Japón-Asia. En marzo de 1957, se crea el tratado de la unión europea, y en julio de forma oficial, el gobierno dictatoria y tan odiado entre comillas por los gobiernos democráticos europeos, tiene contactos con la unión, y en 1960 se designa embajador y en 1962, se pide la asociación para llegar en su día a la integración; firmándose en 1970, un acuerdo preferencial. Con lo que la Europa democrática, colabora totalmente con la dictadura franquista: de los dimes y diretes que tuvieron respecto al régimen fascista, se quedaron en piruetas diplomáticas, para sectores de la población europea y española. Además Europa, igualmente que España, estaba ocupada militarmente por bases yanquis, dependiendo sus economías, aún más directamente que las españolas del Tío Sam. ¿Qué podía esperarse de unos políticos que viven doblados. Y no solo la Europa democrática colabora con el franquismo en sus tratados económicos, sino que le echa una mano en la política, al quitarle una patata caliente; cuando el plan de estabilización de 1959, a acoger a través de contratos, a un paro obrero tan grande, que habría sido posible de no haber colaborado, el de una desestabilización para el régimen, y lo mismo podemos decir, de la oposición que empezaba en ciernes, entre comillas no oficial, ésta por verse impotente y verla así igualmente sus mentores: de poderla controlar, si surgía la desestabilización, colaboró con la Europa democrática a llevar a buen puerto la emigración; liberando así al régimen dictatorial de un grave problema, como ya hemos señalado de patata caliente. Y no solo colabora con el dictador Fascista la Europa democrática y la oposición española entre comillas, sino también la URSS, pues por esas fechas tiene acuerdos comerciales; como la Polonia comunista, que cuando los mineros españoles se ponían en huelga, les vendía el carbón al régimen fascista español a muy buen precio. Como podemos apreciar, una vez más, todos unidos, en apoyar y en ayudar al Fascio, porque se les sigue teniendo miedo al Pueblo español.
   Volvemos a reseñar, para que quede bien claro, que mientras que por arriba, hacia la penetración el yanqui con sus inversiones y sus aperturas de liberación de la economía, a través de abrirse el régimen, por la política de los tecnócratas opusdeistas y de los topos falangistas a su servicio, por abajo, crea una oposición tolerada, para que participe la sociedad en el cambio y quede para después de dicho cambio, integrada en el nuevo orden, y no dividida como había quedado después de la guerra con el dictador. A este diseño contribuyeron los partidos llamados de izquierdas, que existían o se crearon durante el transcurso de la operación. Tras los acuerdos de Yalta, Moscú, suprime la tercera Internacional y anula su influencia directa, sobre los partidos que se encontraban, en terreno de protectorados, de los otros dos componentes de la conferencia; con lo que la KGB deja de controlarlos, y pasa a infiltrarse la CIA y los servicios secretos de los respectivos países; no es que antes no lo intentasen, pero de tener la puerta cerrada a tenerla abierta, hay sus diferencias. Teniendo su efecto sobre España: en el PC, dejan la secretaría los pro Moscú y la coge el ecléctico Carrillo.
   El diseño puesto para marcha, para integrar al Trabajo y asimismo encauzarlo, son los convenios colectivos: un sindicato casa, para que sea más débil el obrero ante el patrón, ya que trae una más jerarquización en los salarios, (aumentando las contradicciones de clase9 y a la par crea la estructura o sindicato que lo lleva a la práctica: las CCOO. Ya que el PC, era la única organización que guardaba cierta estructura dentro del país, cualquier otro organismo de oposición, fue anulado después de la guerra Civil. El PC, subsiste en células minoritarias y aisladas, no fusionadas con los trabajadores, aunque hubiese obreros dentro del mismo, por tanto, sin poder de convocatoria, de movilización y de credibilidad, pero disciplinado y ciego ante el mando y aunque al yanqui no le gustase la palabra comunista, era la única organización que había con cierto poder de desarrollo para el proyecto de sus diseñadores, aparte de su fuerte poder mítico entre el Pueblo español; (por la revolución de Octubre y a la absurda política de victoria de las dos Españas, del propio dictador) así que para poder actuar y organizar a las masas e integrarlas en el juego, se crea bajo su dirección el sindicato; y si por el camino, en el transcurso de pasar de una economía a la otra, o sea de la autocracia a la de la liberación yanqui, no podían ellos solos movilizar a toda la clase trabajadora, ya se irían creando otras organizaciones, que por supuesto, igualmente controladas y trabajando para su diseño; además, no vendrían tan poco del todo mal, que se crearan otras, para que estas las CCOO y el PC, no fueran los únicos protagonistas y cogieran una fuerza no deseada; además de que podían quedarse sectores de la población sin ser integrados, había que crearles otras organizaciones para acoger al mayor abanico ideológico posible, que tuviera dentro de la sociedad española, para integrarla a toda ella. De cualquier otro grupo que surgiera autónomo, dentro del mundo del Trabajo, la dirección oficial como la oposición entre comillas se uniría y de hecho se unieron, para a ahogarla en su mismo nacimiento. A la vez, integraban al país, de forma definitiva internacionalmente: entra en el FMI para que éste apruebe los planes de estabilización y desarrollo, por supuestos aprobados anteriormente por Washington, para encuadrar al país en su día, a la comunidad europea y dejarla fuera del peligro de las alternativas de la clase trabajadora. Para ratificar tal línea política, viene a visitar al dictador, el presidente de la democrática USA.
   Así tenemos que más o menos, todas las luchas obreras que hubo desde 1951, hasta los acuerdos de la Moncloa: acuerdos en que los partidos, no solo se comprometen a ese pequeño programa de estabilización, y ya es grave: a la congelación salarial, estando la inflación en un 22 % y a la expulsión de 100.000 trabajadores de sus puestos de trabajo, sino que además esa oposición entre comillas, también se compromete a disciplinar a sus tropas, para someterlas a la nueva política del nuevo orden: deshacen las organizaciones de barrio y con los afiliados del Partido no hay problema, ya que son de una disciplina clónica y obedecen a una dirección que ellos mismos no han elegido. repetimos que todos los movimientos sociales que se dieron a partir de 1951, hasta los acuerdos de la Moncloa, al no tener una organización genuinamente propia la clase trabajadora, se puede decir, que más o menos todos esos movimientos de todos esos años, fueron controlados y puestos incluso tal vez bastantes de ellos, al servicio de la política patronal. Así de claras estaban las huelgas que se hicieron durante la década de los 70, cuando el capitalismo a nivel internacional y por supuesto nacional, entró en su crisis fundamental. Aquí los sindicatos, y en aquellas fechas, los fuertes eran las CCOO, ante dicha crisis de superproducción, en que el capitalismo no tenía otra salida para España, que un  nuevo plan de estabilización y poner una inflación galopante o que los sindicatos de oposición entre comillas le echaran una mano; las CCOO y la incipiente UGT, salvan el problema a la patronal, obligando a los trabajadores, a través de coacciones, extorsiones, e incluso casos de palizas a obreros, a ir  a las huelgas; paralizando las fábricas durante meses, para que los obreros, se pagaran los improductivos: dejaran de cobrar los salarios, para ahorrarle ese monto de dinero al patrón; éste por supuesto, colaboró y daba su visto bueno, a dichos métodos dentro de sus propias factorías, no en vano les beneficiaba la tal política. A esas huelgas de la década de los 70, el Sr. Tierno Galván, que era simpatizante de Comisiones, no por ello dejaba de reconocer, que uno de los dirigentes intelectuales de las tales huelgas, era el Marqués de Villaverde, y que algunos agitadores, les llegaron a pagar por sus hazañas, hasta 100.000 pesetas, y Gómez Casas, igualmente en un artículo en cambio 16, de abril de 1976, las tachaba, como las huelgas de los azules. ¿Cómo obtuvieron la fuerza e influencia a parte del terror desplegado, para llevarlas a término? De la siguiente plataforma: el secretario general del PC, el quintacolumnista carrillo, dio orden a su correa de transmisión, las CCOO, a que entrasen en el sindicato Vertical, para sacar ellos las Comisiones y no los falangistas, el mayor número posible de enlaces, ya que los falangistas carecían de apoyo e influencia entre los obreros, para llevar a cabo las movilizaciones y por tanto las huelgas. Conseguido por Comisiones el propósito de entrada en el Vertical, aunque los representantes de enlaces  de Comisiones, estaban fichados y podían muy bien la dirección eliminarlos de las listas, según la ley, y no lo hizo, sino todo lo contrario, procuró más bien que salieran precisamente los más fichados, a la cabeza de las listas, para que así fueran los más votados, y poder tener más poder de movilización, de huelgas y de represión; al copar los puestos del Vertical, se vieron así mismos más fuertes, al obtener el apoyo que mana de un organismo oficial. De esta forma, consiguieron el resorte y la cobertura necesaria y sin cuya herramienta, no habrían podido conseguir el salvar a la patronal de poner una inflación tan galopante, que habría traído sus disgustos entre la población en general, y así gracias a estos hechos de las centrales de oposición entre comillas, las pagó solo la clase trabajadora.
   Esto no significa y no hay que interpretarlo a mal, el que todas las huelgas de ese periodo, fueran negativas, por manipuladas y toleradas; porque aunque muchas de ellas, fueran para integrar al Trabajo al planin trazado por el yanqui, otras para coger fuerza y prestigio las organizaciones convocantes y otras, talvez la más, para pagarse los obrero los improductivos, no quita, aunque fuera de forma puntual, y de manera sectorial y de rebote, que la clase trabajadora, adquiriera un poder adquisitivo, sino grande, al menos lo moderadamente suficiente, en su jornada de trabajo, que sumado a las cuatro horas extras que hacía por aquellas fechas, y que estaban mejor pagadas que en la actualidad, les diera que tuvieran, mejor nivel de vida el trabajador que se había quedado en España que el que había emigrado a Europa. Con una clase trabajadora con tales salarios y una productividad inferior a la europea, (no por falta de eficacia, que ésta la tenían y para merecerse desde luego un salario más amplio) se unió en cierta manera el Trabajo, a poner también su granito de arena, a la Autovaloración global. Tomando así parte la clase trabajadora española, en meter al Sistema Capitalista en su crisis fundamental.
   Aunque les salió bastante bien su diseño al yanqui en términos generales, también que lo han querido exportar,  como modelo de transición a otros países: 1º.- no significa que todo lo que planifiquen les salga como éste; en otros países, no tienen la clase media española, que como sabemos es de lo más pérfido y traidor. 2º.- Tampoco les ha salido con el 100 %, no consiguió integrar al país Vasco: votó masivamente el no a la carta otorgada como Constitución y hoy en día, les sigue coleando el contencioso y no solo con el País Vasco, sino también, se les ha sumado Cataluña y con un futuro de más encono, de una posible división de las dos Españas.
















































CAPÍTULO II


   En su planificación para España, el yanqui, no pretende que sea Comisiones ni el PC, los protagonistas principales; primero, porque no quiere un modelo a la italiana ni a la portuguesa de los claveles; segundo, porque su modelo es el anglosajón del bipartido; tercero, porque para ellos, tienen más importancia el voto de las clases medias y el de su participación en las urnas, porque entienden que así tienen mejor consolidado su modelo de sistema, por lo que con una siglas más moderadas para esas clases medias, su participación estaría más asegurada y si a la vez estaba ligada a la historia del país, mejor que mejor, he ahí unas de las razones, del fracaso del partido de Tierno Galván; cuarto, por la fobia que tiene el yanqui, a toda lo que huela o esté ligado  a la palabra comunismo; así vemos, cómo cuando pudieron, le quitaron este nombre a los italianos , para sus elecciones generales y le pusieron el nombre del olivo; lo mismo hicieron para España y todos los países de Sudamérica, le cambiaron el nombre por el de izquierda unida, y tenemos que en España, la misma IU, va quitando su color rojo en sus manifestaciones electorales, por el del color verde, entre más descafeinados, aún en las simples manifestaciones, mejor que mejor; hasta donde le llega al yanqui la fobia del nombre, que incluso el de Yugoslavia, por sus connotaciones con la tal ideología, se lo cambian por el de Servia-Montenegro. Así que una vez pasada y consolidada la herencia, el diseño por el cambio de camisa de régimen autocrático a monarquía parlamentaria, sería la creación de un nuevo PSOE y de dejar al PC, como organización testimonial en el juego teatral de las Cortes. Los mismos dirigentes Comunistas, se encargarían de llevar a la práctica, el tal diseño en su propia formación.
   Fraga el hombre falangista vinculado al capital norteamericano, estando de embajador en Londres, junto a sus amigos anglosajones, diseñan al nuevo PSOE, introduciendo dentro de dicho aparato histórico, a miembros, más o menos conocidos suyos, o más o menos recomendados por los servicios secretos, y tenemos que jóvenes procedentes de los círculos José antonianos, de la HOAC, de los carlistas y del SEU, entran a formar parte del PSOE histórico, cogen el carnet y en la reunión celebrada en Seresnes, quedan en minoría los miembros del exterior y éste grupo de jóvenes, con apenas muchos de ellos, con no más de dos meses de carnet en el bolsillo, se hacen con la dirección de dicho PSOE y expulsan a los históricos del partido. El PSOE del interior, que no tenía más de 2.500 afiliados en todo el territorio, se convierte por todos los medios de apoyo, tanto internacionales como nacionales y unido a su nombre histórico-mítico, al que Fraga y los Isidoro robaron las siglas, en la fuerza política, que haría el juego y que lo hace en el bipartido, como centro izquierda; en el modelo anglosajón diseñado para las Españas.
   El 22 de julio de 1969, las Cortes franquistas a propuesta del dictador, designaron a Juan Carlos, como sucesor de Caudillo a título de Rey. Juan Carlos como sucesor del Caudillo declara: Si juro lealtad a su excelencia y fidelidad a los principios del Movimiento Nacional y demás leyes Fundamentales del Reino. Quiero expresar, en primer lugar, que recibo de su excelencia el Jefe del Estado y Generalísimo Franco, la legitimidad política surgida del 18 de julio de 1936.
   Para tal evento, Jorge Guillén hizo el siguiente poema:

   El poder absoluto dicta su propia ley.
   Todos los atropellos se convierten en artículos.
   La farsa de las Cortes dice amenes ridículos.
   Y el dictador anuncia quien debe ser rey.
   Personaje ya augusto, frígido figurón
   infunde a su voz aguda su más solemne tono,
   recibe acatamiento en la sala del trono,
   ungido por sí mismo brilla desde el balcón.

   Y todo se resuelve mirad al esperpento.

   Kissinger, apoya el reinado para España, declara: España no puede erosionar la fuerza y estabilidad del país, no puede producir otro Portugal, los españoles no están acostumbrados a solucionar sus divergencias políticamente. Los EEUU, apoyan la estabilidad española, por la sencilla razón, de que toso somos parte de la comunidad Atlántica, con los mismos intereses e ideales, que deben ser conservados y protegidos, para que el caos que reina en el mundo no inunde nuestra sociedad; e inmediatamente después de estas palabras, invita al rey Juan Carlos a visitar al presidente Ford. estas declaraciones dejan bien claro, que seguían teniendo miedo al Pueblo español, a que este tuviera libertad de decidir.
   La reforma de la herencia debe de hacerse por tanto sin sobresaltos, para que todo quede atado y bien atado. En 1976, las Cortes franquistas, ratifican la herencia y el cambio de camisa y el 15 de diciembre, se hace referéndum, para el tal acontecimiento, que por supuesto se aprueba y los mismos falangistas-franquistas, suprimen la secretaría del Movimiento. Hay tres cabezas que se destacan como protagonistas, para llevar a cabo la lectura de la herencia: el falangista vinculado al exterior el Sr. Fraga, que el hombre se creía que iba a ser el elegido, por tener papel de ganador por eso de estar vinculado al capital yanqui y por su protagonismo desplegado cuando lo de embajador en Londres, y así le tenemos haciendo el teatro de imitar a Canovas del Castillo. Otra cabeza pensante, que se creía con título de ser el lector del documento de la herencia, fue el Conde de Motrico, al verse como representante vinculado a la corona, pero en su pelea por el protagonismo con Fraga, salen ambos quemados. A esto hay que añadir, la tercera cabeza o el tercer abogado que quiso hacer la lectura y que al final la hizo, y tal vez el de menos posibilidades, pues solo estaba apoyado por los falangistas del interior, y además no de todas las fracciones, ya que los ex combatientes, grupo nada desdeñable por aquellas fechas, estabas contra toda reforma; los falangistas del interior, tal vez por la honrilla, de que ellos fueron los pilares, teóricamente por supuesto, de los principios Fundamentales del Movimiento de julio de 1936, querían igualmente estar en la lectura testamentad de la continuidad del régimen, y se impuso esa tercera fuerza pensante, la del Sr. Torcuato Miranda.
   Como hemos señalado no todos los falangistas del interior, estaban de acuerdo en la apertura, ante todo, de la legalización del PC, no por lo que hicieran sus miembros contra la nueva camisa, sino por la representación histórica de su nombre, ya que fue el partido que habían derrotado en la guerra Civil. Pero Suárez y Carrillo, jugaron la baza del asesinato de los abogados de Atocha, con el que planificaron, una manifestación de duelo; y les salió tan bien, que dio el fruto deseado, el de la legalización del PC. El 9 de abril se legaliza y el 25 de octubre, se firman los pactos de la Moncloa, con lo que la izquierda estructural y ya oficial, consolida la herencia; y ella a su vez consigue al final de su carrera, el título de guardas del Cortijo. Y para que todas las capas de la población se integren en la herencia, los dirigentes de los grupos, que se creen que controlan a las diferentes corrientes culturales de la sociedad, para integrarlas a su vez, de la vieja a la nueva camisa, crean o se unen por arriba, en la Plata-junta y por abajo en la COS.
   En 1978, se aprueba la carta otorgada conocida como Constitución, por tanto, no hecha por la sociedad, sino por unos individuos vinculados al antiguo régimen y por otros  de la oposición tolerada, marcando la herencia, con el juego del consenso; esta carta otorgada se la presentan al Pueblo para que la ratifique; como igualmente habría ratificado otra peor, ya que seguía o estaba encorchetado por la dictadura, y por no haber participado libremente en el cambio, sino conducido a través de un planin al consenso; pero a pesar de todo, no se fían de éste Pueblo, y no le ponen en el referéndum, si quieren república o Monarquía. Porque saben que este Pueblo, como todo pueblo que tiene dignidad, es republicano; y la libertad que da una República, no la soportan los herederos del franquismo.
   La tal constitución con sus leyes, vino como un ataque feroz contra el Trabajo; si no es por la crisis nacional e internacional del Sistema Capitalista, no hubieran tenido necesidad de cambiar la ley, para atacar al Trabajo, y que probable que el cambio de camisa no se habría dado, pero el Sistema en crisis, necesitó, pasar partes de las rentas del Trabajo a los capitalistas; y para eso hacen el juego de un Estado de derecho: consenso-Carta otorgada- constitución-referéndum; porque con la antigua ley, que representaba una España dividida, no se atrevían a hacerlo.
   En 1979, para eso vino la llamada democracia, se hace un duro ajuste económico: pactos de la Moncloa, pero parece ser que este ajuste, no fue suficiente parta la crisis en que estaba inmerso el Sistema, esto agregado al problema del País Vasco, que no aceptaba la Constitución, o sea que no se integró, en las leyes nuevas de atacar al Trabajo, hace que el descontento suba a las fuerzas vivas, a tal punto, ante todo en la banca y en el ejército, que Suárez cae, y como se comprende, no por su ala izquierda, que estos apoyan a Suárez a pesar del duro ajuste económico contra el Trabajo, sino por su ala derecha, que aún lo quería más duro, y así aparece en escena el banquero Calvo Sotelo, unido al de la amenaza por parte de los militares a un golpe de Estado; aunque este se queda en una parodia, y no podía ser de otra manera, aunque lo apoyase el mismo rey, porque las condiciones objetivas y subjetivas del país lo hacían inviable; aunque de hecho tuvo su influencia, dentro de las coordinaban que se daban, porque el nuevo régimen, se vio más desvaído de lo que ya estaba, y pasa a ser como ya se dijo por aquel entonces, una democracia vigilada; que más tarde se haría ley, con la famosa patada en la puerta  del socio-listo Corcuera. Pero de momento el Sr. Calvo Sotelo, hace que las leyes relacionadas con el Trabajo, sean todavía más duras de lo que ya estaban: ataca a los convenios colectivos, e impone los acuerdos del ANE. La izquierda oficial el PSOE y el PC, junto a UGT y Comisiones, no denuncian sino que aprueban con sus firmas y además lo imponen en los centros de trabajo a través de coacciones, los dichos acuerdos del 5 de junio de 1981. El famoso ANE, era un plan de estabilización en toda la regla: subir los salarios por debajo del costo de la vida, hubo factorías que solo le subieron un 5 % y en algunos casos el 0 %, cuando la inflación estaba en el 18; y de la expulsión de los centros de trabajo de más de 300.000 obreros. Estas firmas del ANE hechas por UGT, pero que en los centros de trabajo, no solo se la impuso a los obreros dicha central, sino que también se sumó las Comisiones, aunque no lo firmaran. Pero el Sr. Calvo Sotelo tenía miedo a que sus guardas del cortijo, (las centrales sindicales y los partidos llamados de izquierdas) no consiguieran disciplinar a los trabajadores, en la aceptación de dicho plan y de futuros planes, y solicita el 2 de diciembre, la adhesión formal a la OTAN.
   En 1982, viéndose la derecha de siempre, que si la dirección o sea la administración del país seguía en sus manos, tendría serios conflictos al imponer el ANE y el de tal vez no poderlo llevar a cabo, deciden sus cuadros con Suárez a la cabeza, disolver la UCD; para que las próximas elecciones a celebrar las ganara el PSOE, para que éste al ser teóricamente un partido de la izquierda, si pudiera imponerle al Trabajo el plan de ajuste y de viabilidad de los banqueros. Al no tener contrarios en dichas elecciones, porque la UCD se deshace en julio y en octubre, se celebran las elecciones; no dio tiempo a crear otro partido de centro derecha y queda el PSOE como único partido de centro; y además, los otros partidos en aquellos momentos, jugaron la baza de apoyar también al PSOE; unos haciéndose extremistas de quitarse la chaqueta y de pegarse con el público y los otros, en el juego de echarles los votos, para una izquierda fuerte. Así gana, unas preparadas elecciones, por mayoría absoluta el PSOE. Con una población integrada en el juego, el PSOE pasa, de guardián del Cortijo a convertirse en el administrador del Cortijo.










































CAPÍTULO III


   Lo primero que hace el PSOE como administrador, es coger como grupo fuerza, y para ello se crea su propio holding. Para lo cual, desmantela al de Rumasa y prácticamente se lo apropia una parte importante; además de aprovecharse de los dineros, que el Ministerio de Trabajo daba a las empresas para que se reconvirtiesen; éstas no se reconvertían, porque ese dinero que el Ministerio les mandaba, no les llegaba a las empresas. Veamos un ejemplo de los varios que hubo, pero que este tubo tal repercusión, que salió en los medios informativos: Marconi Española, S.A. una empresa de 3.500 operarios, es vendida por el gobierno al precio de una peseta, a una gestoría, creada es proceso; la tal gestoría, era del socialista Julián Sancristóbal. El Ministerio de Trabajo declaró, que entregó 30.000 millones para su reconversión, 2.000 recibió por el trabajo la gestoría y el resto se fue para el partido, así lo apuntaron todos los indicios, que terminaron por echar tierra al asunto y a no permitir que se siguiera adelante la investigación y `por tanto se viera su final. La reconversión no se hace, porque el dinero no llega, tampoco se la quieren vender a otras empresas, que éstas según todos los indicios de los convenios, sí la querían reconvertir, como por ejemplo: la empresa Ericsson; que además conservaba a la plantilla, pero para que ésta empresa no se llevara, la tajada de los terrenos, naves maquinaria y tal vez los 30.000 millones, no se le venden, y esos terrenos, aves y maquinarias, son vendidos a muy bajo precio a los amigos de la gestoría de Sancristóbal y a la semana siguiente, éstos la vendieron a precio de mercado. Con lo que no solo se engordó el holding del PSOE, sino también a los amigos; el propio Julián Sancristóbal declaraba, dirigiéndose a sus compadres del partido: a mí me habéis quitado el Ministerio, pero me habéis hecho rico. La consecuencia de toda esta crónica negra, la pagaron los trabajadores, pues violaron con su proceder, todo lo pactado; los trabajadores que se fueron recolocando, se fueron en peores condiciones que las que tenían en la empresa: como puestos de trabajo y como salarios y otros trabajadores, echados al paro sin más.
   Así tenemos como el partido y sus principales miembros y amistades, terminaron de pertenecer de a unas simples clases medias y muy medias, para pasar a engrosar las clases medias altas y muy altas, a la misma altura de los nietos del franquismo, o sea de los del partido de la derecha de siempre, configuración sociológica que le convirtieron o se la ofrecieron, para así defender mejor los mismos intereses. A tal punto llega la corrupción, no solo para las arcas del partido y de sus principales dirigentes, -sirva de ejemplo el de Galerías Preciados- sino de personajes de segunda fila que se inflan, como el hermano del Vicepresidente y la del hermano político del Presidente de Ejecutivo. Si a esto le sumamos la corrupción del Ave, la de la Expo de Sevilla: tan de escándalo mayúsculo, que hubo dimisiones dentro de la federación del PSOE sevillano, cuando sabemos que son contrarios a las tales dimisiones, jugando con la tal corruptela, con los fondos reservados del Estado, que servían para la desfachatez, en regalos en oros y diamantes a señoras encopetadas, del caso Roldán y de un largo etc. digno digo de una película de cine negro sobre los años treinta norteamericanos. A todo este negro maremagno, el gobierno contesta con la negativa, a la creación de comisiones parlamentarias. Miedo tendrían.
   Así formando parte en lo económico, como los herederos del franquismo, toman conciencia del lugar que ocupan y aplican el plan de estabilización del ANE, con la soberbia traumática del nuevo rico; y tal punto, que hubo empresarios que se asustaron de su proceder, en el que se apretara de forma tan salvaje al Trabajo, ya que éste podría responder y tal vez no poderlo controlar. Y como la recesión, o sea la crisis del Sistema era más aguda de lo que esa plan resolvía, vinieron otros planes a sumarse: AMI, AI, AES; todos estos planes de reconversión o de estabilización, traen como su consecuencia, la expulsión del mercado de trabajo, de gran número de obreros, no vislumbrándose su reinserción. Solo el plan de AES, supuso más de un millón de obreros al paro, de cuya contraprestación, solo un obrero de cada cinco cobraba algo, quedando el resto desamparado; además de unas condiciones laborables más duras: abaratamiento de los despidos y contratos basuras.
   El PSOE aprobó el 96 % de los expedientes de regulación de empleo, en solo los tres últimos años anteriores al de 1988, donde se hicieron desaparecer. 130.000 empresas; en getafe, un pueblo al sur de Madrid, se cerraron 23 empresas, con lo que todo Getafe se movilizó; lo mismo ocurrió con Sagunto, Euskalduna, Astilleros: en donde el PSOE mandó a la policía y éstas cargó contra los trabajadores, causando varios heridos y un muerto, lo mismo tenemos en Llodio, en donde los obreros encerrados en la defensa de su puesto de trabajo, -cuando los obreros se manifiestan, es que antes han estudiado el plan de viabilidad de la empresa y ésta lo es y no un simple capricho- son desalojados por mandato del Ejecutivo que manda la policía y ésta dispara contra los trabajadores dentro de la factoría y, en sus puestos de trabajo. A todo esto tenemos que añadir, a los obreros expulsados de los centros de trabajo, por el solo delito de la libre expresión, -y que algunos de ellos, le pincharon el teléfono, para no dejarle trabajar el resto de sus días- los encarcelamientos de obreros y jornaleros del campo andaluz; métodos, que nos recuerdan la lucha que sostuvo el nazi Hitler contra el Trabajo, bajada de salarios y expulsión de los trabajadores de los centros de trabajo, a base de disparos de la policía.
   Toda esta política trae como su consecuente: primero sea por miedo al Trabajo o a la sociedad en general, en el armarse el Estado, con el mayor número de policías por habitante de toda Europa; segundo, los accidentes laborales igualmente se colocan en ser los primeros de Europa, en solo 1986, se alcanzó la cifra de 1572 con 115 muertos y 12.000 heridos, esto sin contar los casos de stress y traumas psicológicos; tercero, la proliferación de las empresas sumergidas: 170.000 de las cuales, muchas de las desaparecidas se encontraban entre las sumergidas, -datos de CEPIME- alcanzando la economía sumergida el 35 % de la actividad del Estado. A que situación se había llegado, que el Ministro de Economía y Vicepresidente del gobierno declaraba: en España, es el país donde se puede ganar más dinero en corto plazo de toda Europa y de casi todo el mundo; palabras que evidencia, la injusta distribución de a riqueza, adquiriendo este personaje carácter de bufón, al mandar una carta abierta al gobierno sueco, recomendándole su programa económico-político y de llamar atrasados a los suecos, por tener una economía política de mejor distribución del reparto de la renta. A tanto llegó la política privatizadora de este gobierno socialista, que apenas les dejó para privatizar a su sucesor, el de la derecha liberal; igualmente la consecuente de dicha política llega, al consumo de drogas y atracos en la seguridad ciudadana, con más de 200 atracos diarios en Madrid –hoy a esta fechas que se escribe este libro se encuentra la cifra de un atraco por cada minuto- y de una muerte diaria en Barcelona, poniendo al país en esta crónica negra, a la cabeza de Europa: siempre hay una relación, pobreza-seguridad ciudadana. Como igualmente es su consecuente, el que los obreros dejen de creer en PSOE como un partido de izquierdas y de la clase trabajadora y lo encuadre donde verdaderamente pertenece, una vez visto su plumero, como un partido de las clases medias al servicio del gran Capital. Así tenemos que una vez caída la máscara del gobierno socialista, los obreros corran a su Vicepresidente por toda la Coruña y éste huido, tenga que refugiarse; y el de una mujer del Pueblo: María Fernández Blázquez, agarre de la chaqueta en las puertas del Congreso al Presidente del Ejecutivo y le ponga una demanda ante el juzgado de 1ª Instancia número dos de Guadalajara, por mala organización, gestión y administración del gobierno, pidiéndole al juez el cese del mismo. Como igualmente su frieron su consecuente los sindicatos, ya que fueron los encargados directos, de imponer esa política patronal en los centros de trabajo, se vieron por tanto reducidos a menos de la mitad su afiliación y en donde el Estado, para tenerlos más agarrados y dependientes, de además subsanarle esas faltas de cuotas, aplica la política de mantenerlos a base de pagarles todos los años unas sumas sustanciosas, que ya en 1989, suponía la cifra de 1276 millones, convirtiéndose por tanto los sindicatos, de hecho y de derecho por su dependencia, en la policía que tiene la patronal y el gobierno en los centros de trabajo, para imponer claro está, la dicha política al mundo del Trabajo.
   A esta corrupción y a este ataque al Trabajo, no debemos de olvidar el pucherazo al referéndum de la OTAN, la guerra del Golfo, donde las bases del territorio español, jugaron un papel importantísimo en la destrucción masiva del Pueblo iraquí. La compra de aviones USA, por un importe de 280 mil millones, más 30 mil millones en misiles antiaéreos; cantidad de dinero que había venido muy bien para haberlo empleado, en la reconversión o mejor aún en una reindustrialización del sin traumas. la actuación del GAL, actuación fuera de toda ley, incluidas las leyes perversas, que a tal llegó su escándalo, que el mismo Presidente del Ejecutivo el Sr. González, estuvo ante el Tribunal Supremo como fundador y dirigente del famoso GAL, denunciado nada menos que por un miembro dirigente de su propio partido. A tal punto llega el descrédito del inquilino de la Moncloa, que se queda totalmente solo, rompe con su Vicepresidente, el que controlaba por aquellas fechas al partido y a otros particulares a bases de escuchas telefónicas, y con su amigo el que controlaba a su vez al Sindicato, el corrupto Redondo, -véase el plan de viviendas- que después de trece años de Administración, cesa y no porque su oponente le gane con un mejor programa electoral, elaborado a favor de la sociedad o por su simpatía personal, que de ésta carecía y carece totalmente, sino por desgaste propio, por su propia ruina política, se ve en la necesidad de abandonar el Palacio de la Moncloa, al que lo vivió tan intensamente, que terminó enfermo y acompañado de un psiquiatra.
   A este inquilino de la Moncloa de centro izquierda, le sigue otro de centro derecha: de tan grotesca figura, que parece salido, de un laboratorio del doctor Frankenstein: da una vuelta de tuerca, a la ya situación reaccionaria que existe, al congelar y quitar competencias a las Comunidades y de enfrentarse a los partidos de las clases medias, ( nada sospechosos en cuanto a enemigos del régimen) a tal punto, que posible que si hubiera ganado las elecciones por mayoría absoluta, los pusiera fuera de la Constitución o metiera los tanques en Cataluña y País Vasco. Otro detalle de los muchos de su anomalía, cuando el secretario de Estado Norteamericano, no quiso hacer el papel que le mandó su presidente: (más tarde le costaría el puesto) el de amenazar a los jefes de Estado y Gobiernos de Europa, cuando la crisis de Irak, le encarga, el tal papel, su íntimo, el gangster de la Casa Blanca, y lo asume con psicopatía descarada. Los atentados del 11-M, solo podían darse como se dieron, bajo un jefe de gobierno, preñado de tales dotes.
   A este le sustituye otro de centro izquierda, que en la economía, como simple asalariado del Capital Internacional, hará lo que sus antecesores, lo que le manden. Y en otras cuestiones, como le exigen los sectores de la sociedad, incluida la patronal vasca y catalana; le da el aire y quiere la marcha, pero en cuanto inicia el querer marcar el pasito, -ante la crítica- se encoge y se queda escaso: Estatuto catalán, la memoria histórica, crisis del Líbano, y lo mismo le ocurrirá con la cuestión vasca.
   Lo que sigue y nos da esta monarquía en sus formas parlamentarias y de su política globalizadora neoliberal, es más de lo mismo. Podemos decir que el bipartido, en realidad es uno en cuanto administrador provinciano del Imperio; si hay diferencia entre un partido y otro, entre centro derecha y centro izquierda de las clases medias, es nimio; porque partido del Trabajo, simplemente no existe y ni lo dejan. Ya como ambos partidos como hemos dicho, pertenecen a la misma clase: la clase media; las diferencias por tanto de sus administraciones son como hemos expresado nimias, solo las de guardar su electorado, ya que si lo pierden, perderían la lógica de su método y se derrumbaría su diseño, su sistema representativo. También podemos añadir, que el Capital emplea a uno u otro partido, depende del vaivén a convenir, como en este ejemplo que reflejamos de la reconversión salvaje, y que el Capital empleó como su último recurso dentro de juego de la Constitución al PSOE, como administrador y a las centrales sindicales, como su policía-laboral.
   Pero no hay que olvidar, que a esta crisis del Sistema, que hasta ha quebrado al Estado y tal punto, que se ve en la necesidad de ir vendiendo sus enseres, -privatizaciones para subsistir- la ha generado el Trabajo, en la lucha de clases; e igualmente a los sucesivos desmantelamientos que se avecinen, con lo que debemos de vislumbrar, un porvenir más brillante para el género humano.


































CAPÍTULO IV


   Como hemos ido señalando en los capítulos anteriores, el país queda integrado como provincia del Imperio. Por tanto su economía está globalizada y perteneciendo por su poder a la cola del primer mundo. Así que lo que le afecte al sistema Capitalista, de forma inmediata le afecta a esta provincia, y no como antes de esta dependencia que iba retrasada respecto al polo dominante y entonces había que tener en cuenta sus peculiaridades; no es que halla de dejarlas de tener en cuentas, pero su peso es bastante menor.
   La sociedad basa su organigrama su forma de composición, según lo determine su infraestructura, es decir, la herramienta de trabajo. A la herramienta de trabajo: las cadenas de producción, le correspondió el organigrama o estructura o composición social, las llamadas: socialismo y keynesianismo o estado de bienestar. A esta  estrategia de composición social de socialismo y de keynesianismo o estado de bienestar, fue derrotada después de un largo periodo o ciclo de onda larga de expansión, en la luchas de clases, por el Trabajo; teniendo su punto culminante, como referencia el mayo francés del 68, con lo que al principio de la década de los 70 del siglo pasado, entre el Capital en su crisis fundamental y con ello su estrategia de socialismo y keynesianismo, agotándose por tanto el modelo de producción y entrando en la escena social, otra nueva herramienta de trabajo: el ordenador. Como se comprenderá, a esta nueva herramienta de producción: el ordenador, necesita a su vez un nuevo organigrama o composición social, para que la sociedad funcione acorde y por tanto lo más correcto posible, y de hecho a partir de mediados de los 70, así se va configurando, por eso de la alienación.
   Si a la herramienta de trabajo: las cadenas de producción, le correspondió la composición social  de socialismo y de keynesianismo o estado de bienestar; a la herramienta de trabajo o de producción: el automatismo, le corresponde el organigrama o composición social, la estrategia sociedad Comunista; ya que con el automatismo, desaparece el Valor y con ello el sistema Capitalista, ya que se nutre de ello, es su base de alimento, su razón de ser. El Valor es la cantidad de trabajo humano invertido en una mercancía útil, sino hay ningún trabajo humano invertido en una mercancía útil, el Valor deja de existir, por tanto su reflejo como mercancía: el  dinero, por lo tanto el sistema Capitalista. Algunos se preguntarán: y quién hará las máquinas, les diría que en los laboratorios, pero que éstas necesitarán de un tiempo de trabajo invertido tan ínfimo, en relación a la masa de población, que se puede considerar nulo, y dejará de ser la medida del Valor. Si al automatismo le corresponde el organigrama de sociedad Comunista, al ordenador, que es una especie de herramienta semiautomática, le correspondería, para que la sociedad funcione acorde y no desajustada como hoy ocurre, el organigrama o composición social, de la democracia directa.
   Al imponer su táctica: unas nuevas mafias que se han instalado, en los Estados de una región del planeta, y las otras mafias, que ya estaban instaladas en sus Estados, pero que ahora han conseguido copar sus estructuras y dominarlo, la sociedad no se articula al compás de la herramienta de trabajo. Porque estrategia el Capital, en esta ocasión, no tiene ni puede tenerla, porque está en la Terminal como sistema. A esta táctica, la llaman neoliberal; equivocadamente, ya que son metafísicos, y por tanto no le suelen poner el nombre adecuado o científico, que debería de ser: el de la extinción de una estructura u organigrama social hacia el de una nueva recomposición social, cuya estrategia, como ya hemos señalado su denominación es el de la democracia integral. Esta norma así se va dando por eso de la alienación, desde el inicio de la cuarta revolución industrial: el ordenador; (ver las estructura de las fábricas, como se van achatando sus pirámides y de cómo se van achatando las instituciones del Estado, con las Autonomías y de cómo se van cambiando las relaciones de la familia en la sociedad.) a pesar de las trabas, que le colocan los capitalistas. Hoy pasado el ecuador, de este ciclo de expansión del ordenador, (si más o menos, su duración es parecida a de los anteriores ciclos) se puede configurar dentro del año 2.000, por su aguda crisis financiera, en la que cayeron los tigres asiáticos, modelos del Vicepresidente Solchaga; deja al Sistema como consecuente de dicha táctica capitalista, en este segundo tramo de su existencia y solo en el primer mundo, que medio mantienen su status: como simple burbuja; ya que sobrevive del crédito y no del Valor constante; con lo que nos anuncia, que el poder mafioso, está fuera de la realidad, que no pisa tierra, por tanto como nube, que se va evaporando; aún contando con la valía que aparece en su monto: conseguida por la sangría a los ciudadanos en impuestos, al narcotráfico y al blanqueo de dinero, se van disolviendo: la Cabeza del Imperio, tiene por sí sola, una deuda de cuenta corriente, de 8 billones de dólares, y a cada paso se ahonda en su crisis; porque las repercusiones económicas, se les van a ir extendiéndose de forma gradual y acumulándolas: dando lugar a un largo y lento declive, de los niveles de vida y además podría darse, un desencadenamiento rápido, con los caracteres propios, de una crisis monetaria incontrolada; la economía mundial prácticamente está haciendo aguas, la primera potencia, no puede responder, a una catástrofe natural, en su propio terreno, ya no tiene capacidad para ningún plan Marshall, ni  tan siquiera, Para poder pagar el 0,7 que se había comprometido, ni de reconstruir lo que destruyen con sus guerras. Y si nos fijamos en el segundo y tercer mundo, en el África subsajariana, prácticamente no existen los Estados, y en el resto, sin poder moral sobre sus poblaciones. El poder mafioso, al querer taponar la recomposición social, ha generado un trauma en la sociedad, que le produce: que más de 800 millones de seres humanos, vivan por debajo del umbral de la pobreza; que 80 millones de personas, mueran al año, a causa del hambre y el sida; con un aumento en las oleadas de la emigración, como en la seguridad ciudadana, que pasan a un primer plano, de lo cotidiano de la vida social. Tal el trauma causado, que la sociedad para sobrevivir, tiene que manifestarse en antisistema y anticuerpos, como las ONGS.
   Cuando el Valor llegue a cero y la meta está cerca, la veta se habrá terminado, y para que la sociedad siga su curso y no perezca, tendrá que buscarse otra veta, (que no es otra, que la ya señalada de que la estrategia la marca la herramienta de trabajo) así ha ocurrido a través de la historia humana y así ocurrirá; aún contra la oposición inclusive de casi toda la sociedad, por el simple hecho, de que en esta ocasión, no depende de ninguna de las condiciones subjetivas, sino totalmente objetivas, y de nada servirá el oponerse, al no ser el de causarse más daños traumáticos e irse a la inanición, al no darle salida, lo cual nos parece irrazonable.
   Esta degradación económica, que se va a ir produciendo en el Sistema, a causa como ya lo hemos señalado de la disminución del Valor, también por su vinculación con la misma, le ocurrirá  a la España de la herencia del franquismo y que por tanto, le repercutirán en su modelo político. Así tenemos que la tercera República tiene su horizonte abierto, para hacer la entrada en el escenario, con unas de esas futuras crisis; porque de no darse en las futuras crisis esta posibilidad, de la tercera República, el reajuste del ciclo de extinción del Estado y de recomposición y de recomposición social a la sociedad Comunista, sería directamente: de la herencia del franquismo a la sociedad Comunista, y éste es un salto tan alto, que no parece de lógica su logro, siendo por tanto lo lógico y lo más normal, que halla un encadenamiento de evolución en varios asaltos; ya de hecho con las autonomías algo se va dando. Y si  la tercera república, tarda un tiempo en venir y además no en profundidad de autogobierno, quedaría igualmente como un cadáver, y seguiría la prolongación negativa de la descomposición del cuerpo del Sistema, en lugar de su recomposición positiva hacia la nueva estrategia, de autogobierno y de democracia directa; que pide en su ajuste, la nueva herramienta de trabajo: el ordenador y de su inmediato el automatismo, es decir la infraestructura. Por tanto todos los pasos que se vayan dando, como senado de las Autonomías, federalismos, confederalismos, competencias para los Ayuntamientos, Autodeterminación de los Pueblos, etc. bienvenida sea; siempre será un avance democrático de autogobierno, y cuanto antes se den, mucho mejor, por eso de que se va desajustado. Por lo tanto, la tercera República, es futuro y táctica en la lucha por la estrategia, por tanto en este caso la lucha es vida, ya que el agarrarse a la descomposición o extinción del Sistema, es muerte.
   La herencia del régimen franquista, es un consenso, una fórmula para evitar la democracia, incluida la democracia representativa: porque evita el debate parlamentario, que es la esencia de la democracia. Para parecerse a un inicio de democracia representativa, el parlamento debe de funcionar con debates, sin disciplina de voto y sin listas cerradas; hacer lo que se hace en este país, es el de llamarse demócratas, para precisamente evitar la democracia. Así hay muchos ejemplos en el mundo: por ejemplo en USA, donde la Asamblea Nacional, está por debajo del Presidente de la República, ya que este tiene el veto sobre aquella; quedando de hecho como un rey absolutista.
   Hay un porcentaje bastante elevado de individuos en la sociedad, aún en el siglo XXI, que piensan que la democracia es la dictadura de las mayorías contra las minorías y no el derecho de las minorías. Hay que comprender, qué con el derecho de las minorías, no hay dictadura de un sector de la sociedad hacia otro y por tanto, todos los ciudadanos son precisamente iguales, al no existir esa tal imposición.
   Por lo tanto si tenemos en lógica a estas alturas de las coordenadas históricas, que la sociedad es un compuesto de Hombres o ciudadanos libres que se asocien libremente; lo primero para esa libertad de asociados, es que así mismo se administren, porque así el administrado, no depende del administrador, y no dependiendo nadie de nadie, es cuando la asociación es libre de verdad, y esto como mejor se consigue, es a través de conjugarse sus individuos en la célula administrativa más pequeña; donde se adquiere el verdadero control, económico-político por el ciudadano; y fundado para su correcto funcionamiento, en que la propiedad debe ser Comunal, y no privada ni estatal, ya que éstas son sociedades verticales e impedirían su desarrollo. La configuración de la sociedad horizontal, carece de estar sujeta a cualquier casta, incluida la estatal; ya que el Estado en una sociedad horizontal no existe como se conoce. La extra-relación entre los Ayuntamientos, vendrían dadas, por comisiones de trabajo; desde luego revocables, enteras o partes de ellas en cualquier momento, este es el organigrama representativo de la Aldea global.
   Lo expuesto vale en cuanto estrategia, en cuanto a táctica se refiere: ante una fuerte crisis que se avecine, la mejor meta a conseguir y la que menos trauma produciría, sería una República semejante a la de la Confederación Suiza. Para algunos, Suiza puede tener esa Constitución porque es rica, y no saben que cuando la pusieron, era pobre, y precisamente hoy es rica, gracias a dicha Constitución. Así la española debería tener, tantos cantones como provincias, -lo del nombre es lo de menos- lo importante es que éstas tengan, su propia Hacienda, dejando el Estado de ser el recaudador, y percibiendo de cada una, la parte de tanto por ciento, que le corresponda para su administración y para los fondos de cohesión.
   Por tanto, volvemos a repetir, que toda lucha o avance, en darles más competencias a las Autonomías y a los ayuntamientos, -un achatamiento en la pirámide- será un avance democrático y una acción hacia delante, para ir reintegrándose a las coordenadas históricas del momento y de paso, acercarnos al hecho táctico más importante, el de traer la tercera República.


                                                                          Fin del libro, se publicó en 2006 por la editora Visión Net.

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